AGRADECIMIENTOS
Quiero agradecer a todos cuantos pidieron una continuación.
A mi familia, que en realidad albergó la esperanza de que durante un tiempo ahorrara esfuerzos, y que soportó esta nueva fase muy activa de mi vida como autor con comprensión sonriente.
A mis amigos, ante todo a Manfred y Mike, que montaron un servicio telefónico de cuidados médicos cuando durante un tiempo mi otro yo opinó que debía ingresar unos días en el hospital y yo no tenía tiempo para hacerlo.
A mi agente Anke Vogel, cuyo entusiasmo original por la temática del Codex Gigas ya se ha convertido en un segundo libro.
A los miembros de los círculos de lectores de Büchereule y Steffis Bücherkiste, a través de cuyos debates sobre La Biblia del Diablo me ofrecieron valiosos estímulos para la creación de esta segunda parte.
A Angela Kuepper por sus valiosos comentarios. Fue mucho más que una importante lima de mi manuscrito, y a ella debo la inspiración por la bonita escena del padre Filippo en esta novela.
A las colaboradoras y colaboradores del grupo editorial Lübbe, ante todo a Sabine Cramer, Barbara Fischer, Sonja Lechner y Alexandra Blum, que de un modo u otro siempre volvieron a darme ánimos cuando las dudas me acosaban.
A los colaboradores y colaboradoras de HOCHTIEF, de Warrington, Reino Unido, que siguen confiando en publicar el libro en inglés y siempre han mostrado un gran interés por mi proyecto.
A mi muy distinguido colega (¡qué bonito poder decirlo!) Ken Follet, que durante una conversación en la Feria del Libro de Leipzig preguntó con tanto interés por la Biblia del Diablo que volvió a confirmarme que había descubierto un tema muy excitante. Mantuvimos la siguiente conversación en inglés:
—¿Cómo convertiste eso en una historia? —preguntó.
Y yo respondí:
—Existe una leyenda.
Y él, con una amplia sonrisa dijo:
—Comprendo…
Y después me habló de un par de leyendas que lo inspiraron a escribir Un mundo sin fin. En ese contexto también debo dar las gracias al imaginario monje emparedado de Podlazice: sin él quizá la Biblia del Diablo solo habría seguido siendo un bonito fragmento de la historia… pero sin «historia».
Y quiero darles las gracias a ustedes, queridos lectores. Han hecho posibles todos mis libros, pero muy especialmente este gracias a su interés y sus muchas solicitudes de una continuación. ¡Ha sido una excelente idea! ¡Muchas gracias!