AGRADECIMIENTOS
A Cynthia, por cuestionar cada una de las palabras aquí escritas con talento y amor.
A Lucas, por sacudir mis ideas y ser el impulsor de mis deseos de novelista.
A Alejandro Salazar, por aquellos palotes iniciales.
A Luis María Stanzione, por el regalo de una anécdota invalorable.
A Nacho y Mariano, por empujarme siempre a un desafío más.
A Sebas, por su apoyo constante.
A Martín, compañero de aventuras.
A Fen, por el milagro de una nueva-vieja amistad.
A Gastón, Alberto y todos los muchachos de Planeta.
A mi familia y mis amigos, por recordarme dónde está, de verdad, lo importante de la vida.
A los lectores, por regalarme emociones con las que ni siquiera me había animado a soñar.