SEXO, MENTIRAS Y CINTAS DE VIDEO
(Sex, Lies and Videotapes, 1989, Steven Soderbergh)
Presentada por un cineasta como Soderbergh, y guiándonos por un título tan sugerente, Sexo, mentiras y cintas de video parecía estar llamada a levantar ampollas en la crítica más caduca y demodé. Y los aspavientos estuvieron allí, aunque sólo hasta que se estrenó el largometraje y se pudo comprobar que era una filmación blandita, tan inofensiva como las mascotas de detergentes. Eso sí, a Andie MacDowell, una de las actrices protagonistas, le costó su expulsión de la Iglesia de Cristo de Nueva York. De ahí a las operaciones faciales y las cremas para el cutis. Menuda pegada de vuelta a lo Pimpinela.