TOP GUN
(Top Gun, 1986)
Estudio: Paramount Pictures. Director: Tony Scott. Intérpretes: Tom Cruíse, Kelly McGillis, Val Kilmer, Anthony Edwards, Meg Ryan, Michael ironside, Tim Robbins. Duración: 91 minutos.
La Armada y la Fuerza Aérea de los Estados Unidos nunca podrán pagar el favor que un largo como Top Gun hizo por las listas de reclutamiento. El éxito de la película, y de la vida patriótica a la par que salvaje que vendía en sus fotogramas, obró el milagro y muchos jóvenes yanquis vieron un futuro rosado en las filas de color caqui. A tanto llegó la movilización obtenida tras el estreno, que la Paramount terminó empujada a pergeñar una segunda parte. Agua de borrajas tras conocerse la noticia de ciertos cargos por violación que pendían sobre varias cabezas de aviadores destinados en los equipos de cazas. Un fantasma que hizo retrasar más de un proyecto versado en las piruetas aeronáuticas, aunque la controversia no rompió los puentes que estos estudios cinematográficos habían tendido a la sección armamentística del Tío Sam.
Dejando estos datos aparte, la realidad de Top Gun también comienza por la letra te, como el propio título de la película. Esa verdad se materializa en el retaco Tom Cruise, un actor mundialmente sobrevalorado que en escasísimas excepciones ha brillado con luz intensa; eso sí, tiene la inmensa fortuna de estar en el sitio indicado a la hora correcta, por lo que al final siempre termina envuelto en rodajes de alto calibre. El resumen es sencillo, hasta podríamos decir que predecible: testosterona a flor de piel, chulería de taberna de carretera, actitud «aquí estoy yo». Una filmación que, al igual que sucedió con la más moderna 300, seguramente podría haber sido subrayada por esconder una latente homosexualidad (aunque ahí estaba el romance de Cruise con la McGillis, al igual que la esposa-viuda de su compañero «Goose» Bradshaw).
Básicamente el grueso ofrecido plantea las mil y una maneras de ser un tipo fardón sobre un imparable caza norteamericano. Luego, y casi a modo de sketch, se intercalan escenas que dotan de «cotidianeidad», por calificarlo de alguna manera, a la filmación. En esta sección nos encontramos a Pete «Maverick» Mitchell (Tom Cruise) con la familia Bradshaw en pleno masacrando el siempre deseable «Great Balls of Fire» de Jerry Lee Lewis, marcándose un ídem Cruise con el resto de su promoción, aunque ahora avergonzando a propios y extraños con «You’ve Lost that Lovin’ Feeling» (los doblajes de ambas canciones resultaban de pánico), o partidito de volleyball del tándem protagonista contra «Iceman» Kilmer y su escudero con similares aptitudes que Juana Jasuki. Para postre queda la relación casi de pederastía entre una verdadera mujerona Kelly McGillis y el casi púber en facciones Tom; todo ello bañado por la imborrable, de lo pegajoso en maneras, «Take my Breath away» interpretada por unos Berlin que no se volvieron a ver en similar ocasión de tal envergadura.
Y esa es otra, la banda sonora que no ha de faltar. Se diría de ella que quedó como uno de los compendios de tonadas más requeridos desde aquella época dorada. Razón no le falta a tal afirmación, ya que en el LP podemos toparnos con interpretaciones de Cheap Trick (posiblemente uno de los mejores grupos de rock de la historia), Kenny Loggins (separado de su siempre a punto Messina para volar en solitario), Loverboy, los ya nombrados en líneas anteriores Berlin o The Miami Sound Machine, cuando aún eran una divertida máquina sonora de emigrantes cubanos que nos entretenía rindiéndose a los ritmos pop latinos que ya eran religión en las playas de la costa de Florida. Sin embargo, y lejos de hacer honor a su forma redonda, el disco perdió por el camino a dos nombres que habrían añadido bastantes razones de peso para abrir el abanico de compradores. Judas Priest y Bryan Adams declinaron la oferta; unos pensando en su larga duración Turbo y el otro por estar en contra de los valores ensalzados en Top Gun.
Al final la hazaña de Tony Scott restaría para la historia del celuloide de acción aviadora como paladín de la década ochentera, dejando al otro gran empujoncito Iron Eagle en un plano de mala copia. Curioso, curioso. La película dirigida por Sidney J. Furie se presentaba en las salas en enero de 1986, mientras que Top Gun no aparecería hasta mayo. Pero, claro está, no es lo mismo Jason Gedrick que Tom Cruise, al igual que pocas comparaciones se pueden hacer si tu único secundario reconocible es Louis Gossett, Jr. (la lista en la de Scott es interminable: Tim Robbins, Val Kilmer, Michael Ironside, Meg Ryan, etcétera). Eso sí, que no nos quiten el temazo que King Kobra ofrecieron para la original soundtrack de Iron Eagle. ¡Qué tiempos y menudos cardados se gastaba Carmine Appice!