LOVERBOY
(Loverboy, 1989, Joan Micklin Silver)
Patrick Dempsey vuelve a las andadas, o al menos eso parece que quieren los estudios que le contratan para Loverboy. La historia baraja unas cartas con reminiscencias El graduado. El actor hace de chico de la pizza, uno de esos adolescentes que se dedican a servir tan italiana especialidad por los barrios de Beverly Hills. De la noche a la mañana, y por una casualidad de lo más simple, se convierte en gigoló. A partir de ese momento las damas más elegantes e insatisfechas de la zona llaman a su pizzería requiriendo sus servicios amatorios. En fin, si fuese un filme made in Italy seguro que lo hubiese protagonizado Jaimito.