12

ENTRETIEMPO ROMÁNTICO

ADIÓS CON VARIACIONES

¡Qué lástima, qué lástima, qué lástima

que el diván donde estaba reclinado

tu cuerpo serenísimo,

lo mismo que una tarde en su horizonte,

fuese de aquel color azul unánime!

Ah, si hubiese tenido

su tela con dibujos geométricos,

que nos marcaran normas, o un sembrado

de leves florecillas de colores,

para calmar el ansia de jardines,

sin tener que llorar, las cuatro y media

no habrían sido lo que fueron: todo,

la muerte del reló y las estaciones.

Y llamando algún coche

hubiésemos salido, entre la nieve,

a buscar maniquíes, a encargarnos

un buen amor de invierno a la medida.

Pero la tela azul, azul, azul,

te dio un color de eternidad, infinita.

Y yo me figuré que en aquel fondo

nunca te moverías de ti misma.

¡Qué lástima

que no salieras de aquel cuarto

—donde asombrosamente, en diez minutos,

se transmutó el carbón en un diamante

que siempre llevarás en la sortija—,

como te es natural —tú, maravilla—

rompiendo el techo por algún milagro,

y toda deshaciéndote hacia arriba;

o al revés, arrojándote

de aquel piso cuarenta,

disfrazada de carta con la letra

muy menuda, y que baja tan despacio

que cuando llega al suelo está blanquísima

y se deja su historia por los aires

para que aprendan a cantar los pájaros.

¡Qué error, irte en tus pasos,

por el corredor hondo, y aceptando,

costumbre secular, la puerta estrecha;

mientras que yo miraba

reducirse tu cuerpo al alejarse

sin verlo, reflejado en el espejo,

diminutivo, con su marco de agua,

colgado encima de la chimenea!

¿Por qué te vi marchar así, menguando?

Se estrechaba tu pecho, ya imposible

que en él vivieran dos, y la mirada

al volvérsete el rostro tan menudo,

se te quedó en el aire, sostenida

en dos alas de lágrimas.

Al revés que la rosa,

te marchaste cerrándole —agonía

en un convexo azogue—, desviviendo

tu hermosa vida a cada nuevo paso.

Sin más razones que las de la tarde

cuando se va la luz, por los eneros,

que eran las cinco y cuarto

y que en otro hemisferio te esperaban.

Yo te espero también. Se resucita

siempre en el mismo espejo

donde se ha muerto. Pasaré los años

yendo de los azogues a los lagos,

por si acaso te cansas

de ser, día tras día, tu recuerdo.

¡Y qué lástima, sí, cuando yo pienso

en aquel baile hondo,

en aquel piso nueve, bajo tierra

—el cabaret más nuevo—,

y en nuestro vals, tan lejos de la vida,

en nuestro lento vals,

al nivel riguroso de los muertos!

¡Qué lástima

que te cansaras de bailar conmigo

precisamente cuando alboreaba

en las altas arañas, junto al techo,

en nidos de cristal, el ave nueva

que iba a volar al cielo

en busca de las órdenes que aguardas!

Pero estabas cansada. Lo comprendo.

Habíamos bailado siete días

aquel vals lento, mucho más que lento,

entendiéndonos sólo por los ojos,

y con los antifaces siempre puestos.

Por fin llegó mi voz, para invitarte,

e inclinándome al modo

de un viejo frac romántico,

con su presagio de cadáver dentro,

te susurré, a las tres de la mañana:

«¿Podríamos bailar quizá este baile?»

Baja desde las tubas de los ángeles,

por su tiempo se cuenta, y no lo tienen.

Durará un poco más de lo que sueles

bailar con las orquestas

de soledades o de ruiseñores.

Hay que bailarlo todo.

Nos quedaremos solos,

en este gran salón color de almendra,

dando vueltas y vueltas

como un mundo los dos, un mundo solo

sobre su amor girando

conforme aquella ley que descubrimos

una tarde de estío en dos miradas.

Y es muy posible que antes que la música

angelical se calle en los clarines

que recorren los cielos sobre plumas,

alguien, al ver que no nos separamos,

nos salve y diga, colocándonos

entre inmortalidades o cipreses:

«Bailaban bien, no se soltaron nunca,

y estrechados llegaron hasta aquí.»

(Último aquí del hombre: su esqueleto.)

No aceptaste; cansada. Te di el brazo.

Y aunque tan hondo estábamos,

bajamos escaleras,

que no se recordaba haber subido,

porque sus escalones eran de aire,

de tardes, de delicias; y el amor

sólo sabe la altura a que vivía

cuando la ha de bajar, y cuando cuenta

cada peldaño que llevaba al gozo

con cifras de cristal

que tibiamente caen por las mejillas.

Esperaba en la puerta de la noche

el coche de unicornios

a llevar nuestros cuerpos a tu casa.

Te subí en brazos, a la torre alta

y por no hacerte daño,

para dejarte sin que nos doliera,

muy poco a poco me quité las manos,

y con algo que dura más que ellas

y siempre te querrá, te eché en tu playa,

en las sábanas blancas.

Y al ver cómo tus ojos se cerraban

comprendí lo inminente:

que el mar iba a volver por lo que es suyo.

Y que aunque las auroras de este mundo

sigan acaso siendo tan diarias,

hay luces que no vuelven; que un cuerpo

no amanecerá nunca tu mirada.

Poesías completas
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Presag-0-portada.xhtml
Presag-00.xhtml
Presag-01.xhtml
Presag-02.xhtml
Presag-03.xhtml
Presag-04.xhtml
Presag-05.xhtml
Presag-06.xhtml
Presag-07.xhtml
Presag-08.xhtml
Presag-09.xhtml
Presag-10.xhtml
Presag-11.xhtml
Presag-12.xhtml
Presag-13.xhtml
Presag-14.xhtml
Presag-15.xhtml
Presag-16.xhtml
Presag-17.xhtml
Presag-18.xhtml
Presag-19.xhtml
Presag-20.xhtml
Presag-21.xhtml
Presag-22.xhtml
Presag-23.xhtml
Presag-24.xhtml
Presag-25.xhtml
Presag-26.xhtml
Presag-27.xhtml
Presag-28.xhtml
Presag-29.xhtml
Presag-30.xhtml
Presag-31.xhtml
Presag-32.xhtml
Presag-33.xhtml
Presag-34.xhtml
Presag-35.xhtml
Presag-36.xhtml
Presag-37.xhtml
Presag-38.xhtml
Presag-39.xhtml
Presag-40.xhtml
Presag-41.xhtml
Presag-42.xhtml
Presag-43.xhtml
Presag-44.xhtml
Presag-45.xhtml
Presag-46.xhtml
Presag-47.xhtml
Presag-48.xhtml
Presag-49.xhtml
Seguro-0-portada.xhtml
Seguro-01.xhtml
Seguro-02.xhtml
Seguro-03.xhtml
Seguro-04.xhtml
Seguro-05.xhtml
Seguro-06.xhtml
Seguro-07.xhtml
Seguro-08.xhtml
Seguro-09.xhtml
Seguro-10.xhtml
Seguro-11.xhtml
Seguro-12.xhtml
Seguro-13.xhtml
Seguro-14.xhtml
Seguro-15.xhtml
Seguro-16.xhtml
Seguro-17.xhtml
Seguro-18.xhtml
Seguro-19.xhtml
Seguro-20.xhtml
Seguro-21.xhtml
Seguro-22.xhtml
Seguro-23.xhtml
Seguro-24.xhtml
Seguro-25.xhtml
Seguro-26.xhtml
Seguro-27.xhtml
Seguro-28.xhtml
Seguro-29.xhtml
Seguro-30.xhtml
Seguro-31.xhtml
Seguro-32.xhtml
Seguro-33.xhtml
Seguro-34.xhtml
Seguro-35.xhtml
Seguro-36.xhtml
Seguro-37.xhtml
Seguro-38.xhtml
Seguro-39.xhtml
Seguro-40.xhtml
Seguro-41.xhtml
Seguro-42.xhtml
Seguro-43.xhtml
Seguro-44.xhtml
Seguro-45.xhtml
Seguro-46.xhtml
Seguro-47.xhtml
Seguro-48.xhtml
Seguro-49.xhtml
Seguro-50.xhtml
FSigno-0-portada.xhtml
FSigno-01.xhtml
FSigno-02.xhtml
FSigno-03.xhtml
FSigno-04.xhtml
FSigno-05.xhtml
FSigno-06.xhtml
FSigno-07.xhtml
FSigno-08.xhtml
FSigno-09.xhtml
FSigno-10.xhtml
FSigno-11.xhtml
FSigno-12.xhtml
FSigno-13.xhtml
FSigno-14.xhtml
FSigno-15.xhtml
FSigno-16.xhtml
FSigno-17.xhtml
FSigno-18.xhtml
FSigno-19.xhtml
FSigno-20.xhtml
FSigno-21.xhtml
FSigno-22.xhtml
FSigno-23.xhtml
FSigno-24.xhtml
FSigno-25.xhtml
FSigno-26.xhtml
FSigno-27.xhtml
FSigno-28.xhtml
FSigno-29.xhtml
FSigno-30.xhtml
FSigno-31.xhtml
FSigno-32.xhtml
FSigno-33.xhtml
LaVoz-0-portada.xhtml
LaVoz-01-portada.xhtml
LaVoz-01.xhtml
LaVoz-02.xhtml
LaVoz-03.xhtml
LaVoz-04.xhtml
LaVoz-05.xhtml
LaVoz-06.xhtml
LaVoz-07.xhtml
LaVoz-08.xhtml
LaVoz-09.xhtml
LaVoz-10.xhtml
LaVoz-11.xhtml
LaVoz-12.xhtml
LaVoz-13.xhtml
LaVoz-14.xhtml
LaVoz-15.xhtml
LaVoz-16.xhtml
LaVoz-17.xhtml
LaVoz-18.xhtml
LaVoz-19.xhtml
LaVoz-20.xhtml
LaVoz-21.xhtml
LaVoz-22.xhtml
LaVoz-23.xhtml
LaVoz-24.xhtml
LaVoz-25.xhtml
LaVoz-26.xhtml
LaVoz-27.xhtml
LaVoz-28.xhtml
LaVoz-29.xhtml
LaVoz-30.xhtml
LaVoz-31.xhtml
LaVoz-32.xhtml
LaVoz-33.xhtml
LaVoz-34.xhtml
LaVoz-35.xhtml
LaVoz-36.xhtml
LaVoz-37.xhtml
LaVoz-38.xhtml
LaVoz-39.xhtml
LaVoz-40.xhtml
LaVoz-41.xhtml
LaVoz-42.xhtml
LaVoz-43.xhtml
LaVoz-44.xhtml
LaVoz-45.xhtml
LaVoz-46.xhtml
LaVoz-47.xhtml
LaVoz-48.xhtml
LaVoz-49.xhtml
LaVoz-50.xhtml
LaVoz-51.xhtml
LaVoz-52.xhtml
LaVoz-53.xhtml
LaVoz-54.xhtml
LaVoz-55.xhtml
LaVoz-56.xhtml
LaVoz-57.xhtml
LaVoz-58.xhtml
LaVoz-59.xhtml
LaVoz-60.xhtml
LaVoz-61.xhtml
LaVoz-62.xhtml
LaVoz-63.xhtml
LaVoz-64.xhtml
LaVoz-65.xhtml
LaVoz-66.xhtml
LaVoz-67.xhtml
LaVoz-68.xhtml
LaVoz-69.xhtml
LaVoz-70.xhtml
RdeAmor-0-portada.xhtml
RdeAmor-01.xhtml
RdeAmor-02.xhtml
RdeAmor-03.xhtml
RdeAmor-04.xhtml
RdeAmor-05.xhtml
RdeAmor-06.xhtml
RdeAmor-07.xhtml
RdeAmor-08.xhtml
RdeAmor-09.xhtml
RdeAmor-10.xhtml
RdeAmor-11.xhtml
RdeAmor-12.xhtml
RdeAmor-13.xhtml
RdeAmor-14.xhtml
RdeAmor-15.xhtml
RdeAmor-16.xhtml
RdeAmor-17.xhtml
RdeAmor-18.xhtml
RdeAmor-19.xhtml
RdeAmor-20.xhtml
RdeAmor-21.xhtml
RdeAmor-22.xhtml
RdeAmor-23.xhtml
RdeAmor-24.xhtml
RdeAmor-25.xhtml
RdeAmor-26.xhtml
RdeAmor-27.xhtml
RdeAmor-28.xhtml
RdeAmor-29.xhtml
RdeAmor-30.xhtml
RdeAmor-31.xhtml
RdeAmor-32.xhtml
RdeAmor-33.xhtml
RdeAmor-34.xhtml
RdeAmor-35.xhtml
RdeAmor-36.xhtml
RdeAmor-37.xhtml
RdeAmor-38.xhtml
RdeAmor-39.xhtml
RdeAmor-40.xhtml
RdeAmor-41.xhtml
RdeAmor-42.xhtml
RdeAmor-43.xhtml
RdeAmor-44.xhtml
RdeAmor-45.xhtml
RdeAmor-46.xhtml
RdeAmor-47.xhtml
RdeAmor-48.xhtml
RdeAmor-49.xhtml
RdeAmor-50.xhtml
RdeAmor-51.xhtml
Largolamento-0-portada.xhtml
Contemplado-0-portada.xhtml
Contemplado-0-dedicatoria.xhtml
Contemplado-0-cita.xhtml
Contemplado-01.xhtml
Contemplado-02.xhtml
Contemplado-03.xhtml
Contemplado-04.xhtml
Contemplado-05.xhtml
Contemplado-06.xhtml
Contemplado-07.xhtml
Contemplado-08.xhtml
Contemplado-09.xhtml
Contemplado-10.xhtml
Contemplado-11.xhtml
Contemplado-12.xhtml
Contemplado-13.xhtml
Contemplado-14.xhtml
Contemplado-15.xhtml
Todomasclaro-0-portada.xhtml
Todomasclaro-0-cita.xhtml
Todomasclaro-01.xhtml
Todomasclaro-02.xhtml
Todomasclaro-03.xhtml
Todomasclaro-04.xhtml
Todomasclaro-05.xhtml
Todomasclaro-06.xhtml
Todomasclaro-07.xhtml
Todomasclaro-08.xhtml
Todomasclaro-09.xhtml
Todomasclaro-10.xhtml
Todomasclaro-11.xhtml
Todomasclaro-12.xhtml
Todomasclaro-13.xhtml
Todomasclaro-14.xhtml
Todomasclaro-15.xhtml
Todomasclaro-16.xhtml
Todomasclaro-17.xhtml
Todomasclaro-18.xhtml
Confianza-0-portada.xhtml
Confianza-0-dedicatoria.xhtml
Confianza-01.xhtml
Confianza-02.xhtml
Confianza-03.xhtml
Confianza-04.xhtml
Confianza-05.xhtml
Confianza-06.xhtml
Confianza-07.xhtml
Confianza-08.xhtml
Confianza-09.xhtml
Confianza-10.xhtml
Confianza-11.xhtml
Confianza-12.xhtml
Confianza-13.xhtml
Confianza-14.xhtml
Confianza-15.xhtml
Confianza-16.xhtml
Confianza-17.xhtml
Confianza-18.xhtml
Confianza-19.xhtml
Confianza-20.xhtml
Confianza-21.xhtml
Confianza-22.xhtml
Confianza-23.xhtml
Confianza-24.xhtml
autor.xhtml