13

Al fin, Simon logró que el motor de su coche se encendiera. En La Hondonada había bastantes mecánicos aficionados —en la Pensilvania rural la gente sabía cuidar de su propio automóvil—, pero él rechazó cualquier tipo de ayuda. Se limitó a sentarse ante el volante, con la ventanilla subida a pesar del calor, y girar una y otra vez la llave mientras el motor gruñía y petardeaba.

Caxton se quedó de pie junto a la puerta del conductor y esperó, pensando que él acabaría por cambiar de opinión y volvería a la casa para pasar la noche. Cuando hubo pasado una hora, ella reconoció que había heredado la testarudez de su padre. Sabía que no servía de nada darse de cabezazos con un Arkeley, pero era una mujer paciente.

No obstante, cuando ella se cansó de esperar, se llevó la mano a la espalda e hizo una señal con una mano. Urie Polder se acercó a la parte posterior del coche y pateó la tierra para deshacer el complicado entramado de espinas que había colocado detrás del vehículo cuando Simon no lo veía.

El motor se encendió al siguiente intento. El sonido indicaba que estaba bien.

Caxton se puso a dar golpecitos en la ventanilla de Simon hasta que éste bajó el cristal.

—Me marcho de aquí ahora mismo —le vociferó—. No intente detenerme.

—Entiendo tu necesidad de marcharte —le dijo ella—. No te culpo. Sólo… ten. Toma esto. —Le dio una hoja de papel—. Éste es el material que necesito.

Él contempló la hoja durante un largo momento, como si sus ojos pudieran prenderle fuego. Al final, se lo arrebató.

—Tiene mucha cara, Caxton. Aprovecharse de esta manera de la deuda que tengo con usted… no está bien.

Ella movió la cabeza.

—En ningún momento he tenido la intención de obligarte a hacer nada. Pensaba honradamente que querrías venganza. Si no es así, vale. Pero, por favor, necesito tu ayuda. Te necesito para que compres todo eso y lo traigas aquí. No puedo ir a buscarlo yo. —Cruzó los brazos y los apoyó sobre el marco inferior de la ventanilla, para acercar su rostro al de él—. Si te salvé la vida, Simon, fue porque tenía acceso a toda clase de juguetitos. Incluidas balas recubiertas con teflón y armas de alta potencia. Ahora mismo no tengo nada de eso. Tengo un par de pistolas y fusiles de caza que he podido conseguir. Si Malvern se presentara esta noche, sinceramente, no sé si podría detenerla. Tráeme el material de esa lista, y tal vez pueda tener una oportunidad, ¿vale?

—Lo que usted diga —contestó él, y pulsó el botón del elevalunas. Ella tuvo que retirar los brazos con rapidez para evitar que quedaran atrapados.

Un momento más tarde, se había marchado y bajaba por el camino de la cresta en medio de una nube de polvo. Caxton lo observó marchar hasta que ya no vio las luces del automóvil.

Luego regresó al porche para sentarse junto a sus armas, desde donde podía observar toda la falda de la cresta. Y esperar.

Urie Polder pasó por allí un poco más tarde, con un termo de café. A veces se sentaba un rato con ella, no tanto por deseo de vigilar como por la brisa fresca que soplaba sobre la cresta al anochecer. En la mayoría de las ocasiones no hablaban, ya que ambos se sentían más cómodos con el silencio. Esta vez, sin embargo, él preguntó:

—¿Piensas que el muchacho volverá?

Caxton se encogió de hombros.

—Tal vez. Puede que no importe. Podría servir a mis propósitos igual de bien si estuviera por ahí fuera, en el mundo.

Si eso le causó confusión a Polder, no lo demostró.

Caxton bostezó. Cogió el café y se sirvió otra taza. Iba a ser una noche larga.

—Le hemos dado un susto de todos los demonios. Y lo comentará… Ah, no, no creo que vaya a ir a la policía. En el fondo es un chico demasiado bueno para volverse contra mí de esa manera. Pero empezará a hablar con alguien. Con cualquiera que quiera escucharle. Le contará todo lo referente a la loca secta de brujetos que vive aquí, y a lo obsesionados que están con eso de matar vampiros.

—Hum —dijo Polder.

—Antes o después, esa información llegará a oídos de Malvern. Alguien se lo contará a alguien que dirá algo donde pueda oírlo alguien más. Malvern presta atención a ese tipo de cosas. No tardará mucho en saber mis planes.

—¿Y eso es lo que tú quieres? ¿Qué ella se entere de todo lo que estás preparando?

Caxton se permitió una sonrisa.

—Es exactamente lo que quiero. Ella no puede permitir que eso suceda. No puede permitir que toda una generación de cazavampiros sea criada y formada con el único propósito de destruirla a ella. Tendrá que actuar para impedirlo. Lo cual significa…

—Lo cual significa que tendrá que venir aquí, hum…

Urie Polder pareció atemorizado ante el pensamiento. Caxton no podía reprochárselo. Si Malvern acudía a La Hondonada, habría muertes, tal vez muchas.

Eso le parecía aceptable a Caxton.

32 colmillos
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
portadilla.xhtml
dedicatoria.xhtml
cita.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
autor.xhtml