2. Un barco en el horizonte.
Cuando vemos desde la costa, aparecer un barco en el horizonte, nos parece ver el barco, no en el mismo punto en que realmente está situado (figura 99), sino más cerca, en el punto B , donde nuestra visual es tangente a la concavidad del mar. Observando a simple vista, no dejamos de pensar que el barco está en el punto B ; y no detrás del horizonte.

Figura 99. Barco detrás de horizonte.
Sin embargo, con el catalejo, se observa con mayor claridad cuan lejos se encuentra el barco.
No es lo mismo mirar con el catalejo, objetos cercanos y lejanos: el catalejo tiene el foco a gran distancia, si se apunta con el catalejo al horizonte, los objetos se ven poco definidos; si por el contrario, se dirige el catalejo hacia los objetos, se ve el horizonte como si estuviera cubierto de niebla.

Figura 100 y 101. Barco detrás del horizonte, observado con un catalejo.
Si apuntamos fijamente el catalejo (con suficiente aumento) sobre el horizonte, se ve claramente la superficie del agua, pero el barco se ve poco definido, alejándose al máximo del punto de observación (figura 100). Si en cambio dirigimos el catalejo hacia el barco, podemos ver su contorno, escondido detrás del horizonte, y notamos que la superficie del agua pierde definición y parece estar cubierta de niebla (figura 101).