¿Qué es Dogma 95?
Dogma 95 es un manifiesto que presentaron un grupo de directores nórdicos en 1995. En él se especificaban una serie de reglas ideológicas y estéticas que definían un nuevo modo de hacer cine que rompía con los «tópicos aburguesados y decadentes». Según los «mandamientos» de la «biblia» Dogma, hay que rodar en escenarios naturales y con cámara en mano; respetar el sonido real de las tomas filmadas; no recurrir a la música, salvo que esté integrada en la propia escena; rodar en color y sin iluminación artificial; olvidarse de los filtros y las lentes deformantes, y obligar al director a permanecer en el anonimato, sin aparecer en los créditos.
El resultado práctico de estas reglas son películas de aspecto amateur con una cámara que no deja de moverse. Paradójicamente, y aunque, en efecto, no aparecen en los créditos, ha habido un grupo de directores que ha alcanzado relevancia gracias a Dogma. El impulsor del movimiento fue Lars Von Trier con su provocadora Los idiotas (1997), sobre un grupo —pseudocomuna, pseudosecta— que se dedicaba a buscar la idiotez. Thomas Vinterberg dirigió la que para muchos es el mejor fruto de este movimiento: Celebración (1998), y en la Dinamarca rural se ambienta Mifune (1999), de Soren Kragh Jacobsen.