¿Qué pasó con los westerns en el paso al sonoro?
Durante la década de los treinta, desde la llegada del sonoro, el western se consideró un género de segunda, en buena parte porque no supo adaptarse a los nuevos tiempos. Las del oeste eran películas que se rodaban en exteriores y los requerimientos técnicos del sonido exigían, sobre todo al principio, que la acción se filmara dentro de los estudios. No era el único problema. Era un género de acción y tampoco se sabía muy bien cómo imbricar los diálogos dentro de él.