¿Cómo fue Buñuel a parar a Hollywood?
Buñuel no tuvo que sacar las piedras del bolsillo. Un perro andaluz supuso tal acontecimiento en París que el aragonés tuvo pronto la oportunidad de dirigir otra obra surrealista. Distanciados por Gala, la mujer de Dalí, a quien Buñuel no soportaba, el pintor apenas intervino esta vez. En La edad de oro (1930) Buñuel plasmó todo su espíritu iconoclasta y anárquico. La película molestó a muchos sectores. En una sesión, cinco semanas después del estreno, un grupo de exaltados de ultraderecha lanzó bombas fumígenas en la sala. Se desató después una gran campaña de prensa contra la película, que, finalmente, fue prohibida.
Buñuel se había hecho célebre y el representante de la Metro en París le ofreció un trabajo como «observador», para que aprendiera la técnica americana. Lo más excitante que hizo Buñuel a lo largo de aquellos meses en los estudios de Hollywood fue ver fugazmente un día a Greta Garbo. También consiguió hacerse amigo de Charles Chaplin, pero, aburrido, volvió a España. Con las veinte mil pesetas que a un amigo anarquista le habían tocado en la lotería rodó el documental Las Hurdes, tierra sin pan (1932).