¿Cuándo empezó la decadencia de Buster Keaton?
A finales de la década le contrataron en la Metro, pero no le dieron la libertad creativa de la que había disfrutado en su propia productora. Al mismo tiempo sus problemas personales le hicieron refugiarse en el alcohol, y así comenzaron sus años oscuros, llenos de deudas, fracasos amorosos y ruinosas partidas de cartas. Aunque nunca dejó de trabajar, bien fuera como asesor de gags, cómico de circo o presentador de televisión, en el cine solo se le vio en fugaces apariciones, como las de El crepúsculo de los dioses, de Billy Wilder, o Candilejas, de Chaplin.
A finales de los años cincuenta un crítico de cine le convenció para que restaurara todas las viejas películas que guardaba en un almacén. Volvieron a proyectarlas y, treinta años después de haberlas filmado, la nueva generación de público las recibió como auténticas obras maestras, devolviendo a Keaton su sitio de honor en la historia del cine. El actor murió de cáncer en 1966.