¿Qué consecuencias tuvo La guerra de las galaxias?
Una nueva palabra entró a formar parte del lenguaje del cine: merchandising. Lucas cobró un sueldo muy bajo por escribir y dirigir la película, pero se reservó, a cambio, un porcentaje de los posibles beneficios y, lo que es más importante, el control total sobre la comercialización de toda clase de productos relacionados con el film: juguetes, libros, cromos, ropa, vídeos, etc. A la Fox le sonó a un capricho del director y cedió de buen grado, sin saber que aquella concesión le iba a costar miles de millones de dólares. La guerra de las galaxias fue la primera producción cinematográfica que dio más beneficios fuera que dentro de las salas de cine.
La película supuso también el comienzo del reinado de los efectos especiales. El rodaje había sido, en gran parte, un campo de pruebas para ingenios que se ponían en práctica por primera vez. Lucas fue el primero en intuir que la «fuerza» del cine del futuro estaba en la tecnología y que el departamento de efectos especiales sería en adelante un elemento fundamental en las producciones de gran presupuesto, tanto o más que el propio director o los actores. Así creó la Industrial Light and Magic, una empresa dedicada al desarrollo de los efectos especiales. La industria de George Lucas ha nutrido de luz y magia al cine americano de las tres últimas décadas con sus trucos, ha ganado numerosos Oscar y ha puesto en marcha la revolución digital.
Con La guerra de las galaxias comenzaba también la moda de las secuelas. Los éxitos posteriores de El imperio contraataca (1980) y El retorno del Jedi (1982) animaron a los ejecutivos de Hollywood a exprimir hasta la última gota cualquier teta de vaca que demostrara un mínimo potencial en taquilla. Para bien o para mal, George Lucas había dado en la diana con su película y el cine ya nunca volvería a ser el mismo.