¿Cuál es, según los críticos, la mejor película de Scorsese?
Toro salvaje (1980) fue, según la Asociación de Críticos Norteamericanos, la mejor película de la década de los ochenta. Era la historia del ascenso, caída e intento de redención del boxeador Jake La Motta. Scorsese consiguió con ella una película de boxeo distinta a todo lo que se había hecho hasta entonces en el género, con un realismo en el tratamiento de los combates pocas veces igualado. De Niro ganó el Oscar de interpretación y protagonizó una de sus legendarias transformaciones físicas. Para encarnar al boxeador en su etapa de decadencia engordó más de cincuenta kilos.
En una encuesta realizada hace algún tiempo entre las estrellas más conocidas de Hollywood cerca del setenta por ciento de los encuestados nombraban a Martin Scorsese como uno de los realizadores con los que más les gustaría rodar o volver a hacerlo, lo que le convierte en el director más apetecible de Hollywood. Sin embargo, trabajar con él no garantiza el éxito. El director las ha visto de todos los colores a lo largo de su carrera. Ha tenido grandes éxitos de crítica, como los ya mencionados, y otros, como Alicia ya no vive aquí (1974), Uno de los nuestros (1990) o La edad de la inocencia (1994); éxitos comerciales, como El color del dinero (1986) o El cabo del miedo (1992); fracasos estrepitosos, como El rey de la comedia (1983) o Kundum (1998), y filmes de bajo presupuesto, como Jo qué noche (1985). También, cómo no, películas polémicas.
El 21 de octubre de 1988, el cine Saint Michel, una de las salas históricas de París, ardía por los cuatro costados. Hubo una docena de heridos. Cinco integristas católicos lo habían incendiado como protesta por la película La última tentación de Cristo (1988), de Martin Scorsese. En ella se especulaba con la posibilidad de que Jesucristo, como hombre que era, hubiese conocido todas las debilidades humanas, incluido el sexo, antes de aceptar su naturaleza divina. Hubo manifestaciones en varios países e incluso se pidió al Papa la excomunión del director americano. Un destacado líder evangelista llegó a ofrecer diez millones de dólares por la cesión del negativo de la película con el fin de destruirlo. Scorsese, que en el fondo continuaba siendo aquel niño que quiso ser seminarista y siempre ha llevado una medalla del Sagrado Corazón colgada del cuello, nunca entendió la polémica y todavía hoy asegura que ningún otro director se ha acercado a la figura de Cristo con tanta religiosidad como él.
Polémicas, éxitos y fracasos aparte, Martin Scorsese sigue siendo uno de los directores más sólidos del cine americano actual. Un todoterreno para el que cualquier género es válido, siempre que la historia le interese y, sobre todo, sea capaz de imprimirle su sello personal.