Cómo ser un buen empirista

Para el filósofo natural no hay objeto natural trivial o sin importancia… una pompa de jabón, una manzana, una piedrecilla… Camina entre prodigios.

John Herschel, astrónomo.

Werner Jaeger, en su libro Paideia o los ideales de la cultura griega, muestra la enorme influencia que tuvo la medicina griega en el surgimiento de la filosofía, pero también en los inicios del método científico. Los médicos griegos eran llamados empíricos porque observaban los signos, síntomas o indicios presentes en los enfermos, proponían diversas hipótesis y las ponían a prueba con diferentes remedios y consejos. Jaeger explica que el concepto de «causa» tiene su origen en la medicina, cuando aquellos primeros empíricos distinguieron entre un síntoma y una causa:

La medicina había permanecido largo tiempo en el estadio de un arte de curar, mezclada de supersticiones populares y de exorcismos. El establecimiento de una técnica empírica influyó en el arte de curar y llevó a los médicos a realizar observaciones científicas sobre el cuerpo humano y sus fenómenos. El concepto de la naturaleza humana que hallamos con tanta frecuencia en los sofistas y sus contemporáneos, nació en las esferas de la medicina científica[101].

El resultado de las indagaciones médicas, de las experiencias siguiendo el método de ensayo y error, no siempre era positivo y a menudo suponía un nuevo descubrimiento para la medicina pero la muerte para el paciente; sin embargo, a pesar de sus errores, los primeros médicos consideraban, con bastante razón, que sus métodos de «experiencia real y observación exacta» eran superiores a las hipótesis más o menos descabelladas de los filósofos de la naturaleza, que fabulaban en el aire. Todo ello hace concluir a Jaeger que el empirismo filosófico, que se encuentra en el origen de la ciencia moderna y de Francis Bacon y la Royal Society, «es hijo de la medicina griega, no de la filosofía griega[102]».

Carlos García Gual compara de manera explícita al médico hipocrático con un semiótico que «lee» en el enfermo:

Los signos corpóreos son la base de la terapia, las indicaciones por las que se rige el pronóstico y la medicación. Hipótesis, observación de los síntomas, conjetura de las causas morbosas, medicación, son etapas de un proceso metódico en el que se complementan la experiencia sensible y la reflexión para aplicar los recursos de la ciencia en favor del paciente[103].

Casi lo mismo se podría decir del proceso de investigación seguido por Holmes, cambiando tan solo algunas palabras, como «signos corpóreos» por «signos de todo tipo», «causas morbosas» por «sucesos criminales o delictivos» y «paciente» por «cliente». Los síntomas son un signo de una causa oculta, del mismo modo que lo son las huellas y las pistas para un detective. Hace unos años, yo mismo pude comprobar las semejanzas entre un médico y un detective cuando, después de pasar durante varios meses por diversos hospitales y médicos, a causa de una enfermedad pulmonar en la que era difícil identificar al agente patógeno, fui a dar con un doctor que me hizo pensar, ya poco después de conocerlo, en el doctor Bell. Este doctor, con una precisión, un buen humor y un entusiasmo muy necesarios en mis circunstancias, comenzó a poner cerco al agente patógeno hasta casi dar con él. Sin embargo, faltaba un último elemento, como él mismo me explicó tras revisar un nuevo análisis de sangre: «Dar con el agente patógeno de tu enfermedad es como descubrir a un criminal: debemos capturarlo con las manos en la masa. Deberíamos hacerte el siguiente análisis en un momento en el que el agente patógeno te estuviera atacando y tuvieras todos los síntomas que me has descrito, como fiebre elevada». Le prometí que la semana siguiente acudiría en las peores condiciones para que el análisis pudiera ofrecer resultados significativos, algo que pude cumplir porque sabía qué tipo de actividades podían agravar en poco tiempo mi salud. A partir de ese momento, como un buen detective, mi médico pudo atrapar al agente patógeno criminal que me había tenido a su merced durante meses.

Ahora bien, hay otro aspecto que hace incluso más reveladora la comparación entre Sherlock Holmes y el diagnóstico médico y que, sin embargo, pocos investigadores han señalado.

No tan elemental
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
cap01.html
cap02.html
cap03.html
cap04.html
cap04_0001.html
cap04_0002.html
cap04_0003.html
cap04_0004.html
cap04_0005.html
cap05.html
cap06.html
cap06_0001.html
cap07.html
cap07_0001.html
cap07_0002.html
cap07_0003.html
cap07_0004.html
cap08.html
cap08_0001.html
cap08_0002.html
cap08_0003.html
cap08_0004.html
cap08_0005.html
cap09.html
cap09_0001.html
cap09_0002.html
cap09_0003.html
cap09_0004.html
cap10.html
cap10_0001.html
cap10_0002.html
cap10_0003.html
cap10_0004.html
cap11.html
cap11_0001.html
cap11_0002.html
cap11_0003.html
cap11_0004.html
cap11_0005.html
cap11_0006.html
cap11_0007.html
cap11_0008.html
cap12.html
cap12_0001.html
cap12_0002.html
cap12_0003.html
cap12_0004.html
cap12_0005.html
cap12_0006.html
cap12_0007.html
cap12_0008.html
cap12_0009.html
cap13.html
cap13_0001.html
cap13_0002.html
cap13_0003.html
cap13_0004.html
cap13_0005.html
cap13_0006.html
cap14.html
cap15.html
cap15_0001.html
cap15_0002.html
cap16.html
cap16_0001.html
cap16_0002.html
cap16_0003.html
cap17.html
cap17_0001.html
cap17_0002.html
cap17_0003.html
cap17_0004.html
cap18.html
cap18_0001.html
cap18_0002.html
cap18_0003.html
cap18_0004.html
cap18_0005.html
cap19.html
cap19_0001.html
cap19_0002.html
cap19_0003.html
cap19_0004.html
cap20.html
cap20_0001.html
cap21.html
cap21_0001.html
cap21_0002.html
cap21_0003.html
cap22.html
cap22_0001.html
cap22_0002.html
cap22_0003.html
cap22_0004.html
cap22_0005.html
cap22_0006.html
cap23.html
cap23_0001.html
cap23_0002.html
cap23_0003.html
cap23_0004.html
cap23_0005.html
cap23_0006.html
cap23_0007.html
cap23_0008.html
cap23_0009.html
cap23_0010.html
cap23_0011.html
cap23_0012.html
cap23_0013.html
cap23_0014.html
cap24.html
cap24_0001.html
cap25.html
autor.xhtml
notas.xhtml