El Círculo
Un afectado rogó a otro que le acompañaba un trecho en el mismo camino:
— Dime: para nosotros, ¿qué es lo que cuenta?
El otro respondió:
— Primero cuenta que estamos con vida por un tiempo,
por lo que hay un principio ante el que ya hubo mucho,
y cuando termina, vuelve a caer a lo mucho que antes ya existió.
Ya que, al igual que en un círculo que se cierra,
fundiendo su final y su principio en una sola cosa,
así, el después de nuestra vida se une sin ruptura a su antes,
como si entre ambos no hubiera mediado ningún tiempo:
por tanto, sólo tenemos tiempo ahora.
Después cuenta que aquello que en el tiempo obramos,
junto con él se nos escapa,
como si a otro tiempo perteneciera
y, donde creíamos actuar,
tan sólo fuéramos levantados como un herramienta,
empleados para algo más allá de nosotros,
y luego, puestos a un lado de nuevo.
La despedida nos encuentra concluidos.
El afectado preguntó:
— Si nosotros y nuestro obrar
existimos y nos extinguimos
cada cual a su tiempo,
¿qué cuenta cuando nuestro tiempo se cierra?
El otro contestó:
— Cuenta el antes y el después
como uno mismo.
Después se separaron sus caminos
y su tiempo,
y ambos se pararon
y recapacitaron.