Psicoterapia fenomenológica
HARTMUT WEBER Con esta visión, ¿también está relacionada la descripción de su trabajo como psicoterapeuta, el hecho de que usted se defina como psicólogo o terapeuta fenomenológico? Eso significa que usted, de forma intensa y exclusiva, parte de la percepción y evita conscientemente juzgar al otro desde un primer momento. ¿Lo veo correctamente?
HELLINGER Sí. En psicoterapia, mi intención es la de sacar a la luz una realidad, con la ayuda de un grupo; por ejemplo, cuando un enfermo —frecuentemente trabajo también con enfermos de gravedad— configura la Constelación de su familia. De entre los participantes elige a personas absolutamente desconocidas, que luego representarán a su padre, a su madre y a sus hermanos. Después, le digo que se centre y que las posicione y relacione en el espacio disponible. Al hacerlo, la Constelación exterioriza una imagen inconsciente; se le hace visible.
Ayer, por ejemplo, vino una mujer cuya hija de dos años padece una enfermedad mortal. Tiene llagas en todo el cuerpo y únicamente puede llevarla en brazos; la hija no puede caminar. Le dije que sujetara a la hija, y con la hija se pusiera al lado de su marido. Dijo que no podía hacerlo porque la hija se oponía. Le dije: «Lo configuraremos.»
Así eligió a tres personas, a alguien que la representaba a ella misma, a alguien que representaba al marido, a alguien que representaba a la hija, y después posicionó a estas tres personas. La hija estaba apoyada con media espalda contra la madre, y el marido estaba apartado, enfrente de la mujer. La mujer dijo: «Siento mucha rabia contra mi marido», y el marido dijo: «Siento mucha rabia contra mi mujer». La hija dijo: «Estoy tan angustiada que sólo quisiera marcharme.» Por la Constelación pude ver que la hija, estando delante de la madre, intentaba impedir que ésta se fuera. En un siguiente paso puse a la madre a un lado. Inmediatamente se sintió aliviada, la hija se sintió aliviada, y el marido, también. La hija quería irse con el padre, eso surgió en ese momento. Para la mujer fue totalmente sorprendente, y así, la realidad empezó a actuar. Una vez sale la realidad, busco una solución para todos. Tengo que añadir que el padre de la mujer se había suicidado; probablemente ella quería seguir a su padre. Por tanto, la puse al lado de su marido, y a la hija le indiqué que se apoyara de espaldas contra ambos padres. Inmediatamente se sintió muy a gusto. Después le pedí a la mujer que le dijera a su marido: «Sujétame para que me quede», y todos quedaron reconciliados.
Es decir, yo no me inventé nada. Lo deduje, y de aquello que deduje, busqué una solución que fuera buena para todos. Este sería, pues, el tipo de psicoterapia que yo ofrezco.
HARTMUT WEBER ¿No hay veces en que duda de su propia percepción? Es algo que considero el punto de partida de alguna que otra crítica o pregunta que se le hace, es decir, que otros pregunten: «¿De dónde saca la seguridad de expresar aquello que percibe?»
HELLINGER Lo que digo es visible. La mujer, por ejemplo, estaba muy conmovida. Pudo darse cuenta inmediatamente de que era así. Si hubiera sido de otra manera, habría protestado en seguida; o los demás participantes habrían protestado. Además, cuando trabajo ante un público tan grande, todos lo pueden comprobar. Cuando alguien dice que no es de la forma que yo lo acabo de decir, inmediatamente me oriento en ese comentario. Después lo verifico y busco otra solución. Es decir, en mi percepción también me oriento en los demás. Empiezo a trabajar y después lo corrijo. Si no hiciera más que afirmaciones gratuitas, sería fatal; me parecería demasiado arriesgado.