La fe
24 de marzo de 1990
Quizás, la cuestión de fe e incredulidad sea similar a la de inocencia y culpa. También éstas sólo aparecen juntas. Mirando a la Creación, por ejemplo, y confiando en ella, quizás atente contra la fe fundamentada en una palabra revelada, y a la inversa. Asimismo, la fe frecuentemente lleva a la pretensión de tener que mejorar el mundo, aunque éste, también de acuerdo con la fe, fuera creado por Dios. Así, donde pretendemos mejorar el mundo de acuerdo con la fe, de este deseo frecuentemente resulta la interferencia y la destrucción. Por lo visto, la fe en el Dios Todopoderoso no nos impide en absoluto querer manejar el mundo mejor de lo que Él mismo lo hace. Así, pues, las preguntas y los problemas no llegan a ningún fin.