Religión y amor

25 de marzo de 1984

Podemos partir de la convicción de que don X.X. de buena fe asumió la obligación del celibato, y que en aquel entonces, por su comportamiento, sus superiores no podían suponer en él ninguna incapacidad/impedimento para el celibato.

Inconscientemente, la ausencia del padre le llevó a asumir en la familia el papel vacante de la pareja, lo cual resultó en una intensa fijación en la madre. Al asumir más tarde el compromiso del celibato, dicha fijación fue transferida al ámbito eclesial, movilizando aquellas intensas energías que tanto el afectado mismo como sus superiores pudieron malinterpretar como celo especial.

No obstante, la obligación de asumir el celibato de forma duradera topa con límites apenas justificables en el plano moral, cuando, en el transcurso del desarrollo psíquico, esta fijación es reconocida y su resolución, como tarea moral, ya no puede ser pospuesta. Como problemática real aparece, por tanto, el hecho de que una vez en el transcurso del desarrollo psíquico de la persona se comprende la dinámica hasta entonces reprimida, incluso una decisión tomada con buena fe ya no parece moralmente justificable para un futuro. La salida de querer considerar moralmente insuficiente o inadmisible la decisión de aquel entonces y, por tanto, no vinculante ya en aquel momento, se viviría como una ofensa, ya que no corresponde al sentimiento subjetivo.

El dilema resultante únicamente puede ser resuelto en concordancia con la veracidad interior, cuando no se les niega la relevancia moral ni a la decisión pasada, ni a la actual.

6 de mayo de 1989

Las preguntas de su entrevista acerca de la prohibición del amor y de la hostilidad hacia el cuerpo, del miedo al sexo y del celibato, en parte ya implican las respuestas, tanto en lo que a las causas como en lo que a la solución de los problemas señalados se refiere y, en consecuencia, me dejan poco margen propio.

Según he podido observar, el concepto de los mensajes restrictivos, o bien de los permisos que pretenden anular éstos de nuevo, no ha probado ser útil en la práctica. La esperanza tácita de que una anulación de la prohibición pueda abrir el camino, transfiere la responsabilidad justamente a aquéllos de los que habría que liberarse, creándose así una nueva dependencia.

Se puede observar que los hombres que se encuentran en la esfera de sus madres, muchas veces se muestran desconsiderados e insensibles hacia otras mujeres. La consideración la aprenderían si de la esfera de la madre pasaran a la esfera del padre. Asimismo, las mujeres que permanecen en la esfera de su padre, muestran poco respeto ante otros hombres. También aquí la solución sería que se pusieran al lado de su madre.

El amor implica respetar a los excluidos y a los despreciados, y sin pretender cambiarlos, tratarlos con compasión. Así me libero de la identificación con ellos. Si en la lucha contra ellos ganara, acabaría asemejándome a ellos. La oveja no supera a su pastor y a sus exigencias luchando contra él, sino simplemente marchándose.

Así, pues, no acabo de responder a sus preguntas, pero sí me he posicionado, y así quisiera dejarlo.

11 de abril de 1992

La lectura de tu libro me ha sido muy provechosa. Con referencia a Nietzsche me viene a la mente la frase de: «Dios está muerto, ¡viva el amor!». Llama la atención el hecho que también el amor, al igual que la religión, cada vez más se considera un asunto privado. No obstante, aquello que actúa en una relación es mucho más que únicamente algo personal: un estar al servicio de algo, lo queramos y lo comprendamos, o no.

Religión, psicoterapia, cura de almas
titlepage.xhtml
sec_0001.xhtml
sec_0002.xhtml
sec_0003.xhtml
sec_0004.xhtml
sec_0005.xhtml
sec_0006.xhtml
sec_0007.xhtml
sec_0008.xhtml
sec_0009.xhtml
sec_0010.xhtml
sec_0011.xhtml
sec_0012.xhtml
sec_0013.xhtml
sec_0014.xhtml
sec_0015.xhtml
sec_0016.xhtml
sec_0017.xhtml
sec_0018.xhtml
sec_0019.xhtml
sec_0020.xhtml
sec_0021.xhtml
sec_0022.xhtml
sec_0023.xhtml
sec_0024.xhtml
sec_0025.xhtml
sec_0026.xhtml
sec_0027.xhtml
sec_0028.xhtml
sec_0029.xhtml
sec_0030.xhtml
sec_0031.xhtml
sec_0032.xhtml
sec_0033.xhtml
sec_0034.xhtml
sec_0035.xhtml
sec_0036.xhtml
sec_0037.xhtml
sec_0038.xhtml
sec_0039.xhtml
sec_0040.xhtml
sec_0041.xhtml
sec_0042.xhtml
sec_0043.xhtml
sec_0044.xhtml
sec_0045.xhtml
sec_0046.xhtml
sec_0047.xhtml
sec_0048.xhtml
sec_0049.xhtml
sec_0050.xhtml
sec_0051.xhtml
sec_0052.xhtml
sec_0053.xhtml
sec_0054.xhtml
sec_0055.xhtml
sec_0056.xhtml
sec_0057.xhtml
sec_0058.xhtml
sec_0059.xhtml
sec_0060.xhtml
sec_0061.xhtml
sec_0062.xhtml
sec_0063.xhtml
sec_0064.xhtml
sec_0065.xhtml
sec_0066.xhtml
sec_0067.xhtml
sec_0068.xhtml
sec_0069.xhtml
sec_0070.xhtml
sec_0071.xhtml
sec_0072.xhtml
sec_0073.xhtml
sec_0074.xhtml
sec_0075.xhtml
sec_0076.xhtml
sec_0077.xhtml
sec_0078.xhtml
sec_0079.xhtml
sec_0080.xhtml
sec_0081.xhtml
sec_0082.xhtml
sec_0083.xhtml
sec_0084.xhtml
sec_0085.xhtml
sec_0086.xhtml
sec_0087.xhtml
sec_0088.xhtml
sec_0089.xhtml
sec_0090.xhtml
sec_0091.xhtml
sec_0092.xhtml
sec_0093.xhtml
sec_0094.xhtml
sec_0095.xhtml
sec_0096.xhtml
sec_0097.xhtml
sec_0098.xhtml
sec_0099.xhtml
sec_0100.xhtml
sec_0101.xhtml
sec_0102.xhtml
sec_0103.xhtml
sec_0104.xhtml
sec_0105.xhtml
sec_0106.xhtml
sec_0107.xhtml
sec_0108.xhtml
sec_0109.xhtml
sec_0110.xhtml
sec_0111.xhtml
sec_0112.xhtml
sec_0113.xhtml
sec_0114.xhtml
sec_0115.xhtml
sec_0116.xhtml
sec_0117.xhtml
sec_0118.xhtml
sec_0119.xhtml
sec_0120.xhtml
sec_0121.xhtml
sec_0122.xhtml
sec_0123.xhtml
sec_0124.xhtml
sec_0125.xhtml
sec_0126.xhtml
sec_0127.xhtml
sec_0128.xhtml
sec_0129.xhtml
sec_0130.xhtml
sec_0131.xhtml
sec_0132.xhtml
sec_0133.xhtml
sec_0134.xhtml
sec_0135.xhtml
sec_0136.xhtml
sec_0137.xhtml
sec_0138.xhtml
sec_0139.xhtml
sec_0140.xhtml
sec_0141.xhtml
sec_0142.xhtml
sec_0143.xhtml
sec_0144.xhtml
sec_0145.xhtml
sec_0146.xhtml
sec_0147.xhtml
sec_0148.xhtml
sec_0149.xhtml
sec_0150.xhtml
sec_0151.xhtml
sec_0152.xhtml
sec_0153.xhtml
sec_0154.xhtml
sec_0155.xhtml
sec_0156.xhtml
sec_0157.xhtml
sec_0158.xhtml
sec_0159.xhtml
sec_0160.xhtml
sec_0161.xhtml
sec_0162.xhtml
sec_0163.xhtml
sec_0164.xhtml
sec_0165.xhtml
sec_0166.xhtml
sec_0167.xhtml
sec_0168.xhtml
sec_0169.xhtml
sec_0170.xhtml
sec_0171.xhtml
sec_0172.xhtml
sec_0173.xhtml
sec_0174.xhtml
sec_0175.xhtml
sec_0176.xhtml
sec_0177.xhtml
sec_0178.xhtml
sec_0179.xhtml
sec_0180.xhtml
sec_0181.xhtml
sec_0182.xhtml
sec_0183.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_000.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_001.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_002.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_003.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_004.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_005.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_006.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_007.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_008.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_009.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_010.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_011.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_012.xhtml
notas_a_pie_de_pagina_split_013.xhtml