Lo oculto
A veces se considera religión cuando un corazón temeroso
se construye un dios a su semejanza,
para que no lo aplaste.
O: la religión es una ola que nos levanta
y nos arroja a una ribera lejana
—ante esta corriente no hay vuelta atrás.
Los mitos nos presentan un espejismo de claridad donde pesa la penumbra,
y oscuridad, donde todo está abierto para aquél
que mira.
Las imágenes que actúan son oscuras.
Las imágenes claras o los mitos
son parte de las tinieblas del espíritu
que el héroe supera en su camino
para no perder la cabeza.
Los grandes misterios no hay que guardarlos
—se conservan solos.
La Teología intenta descifrar el misterio
y lo convierte en objeto;
así, a veces, también procede
la Ciencia con la Naturaleza,
y la Psicología, con el alma.
El misterio desvelado se venga.
La belleza siempre es un fragmento.
Muchas veces, lo temido pasa como bendición.
La intención no sustituye la comprensión.
Al lado de lo reconocido, lo pensado parece pálido.
La tragedia implica ceguera.
No soplan otros vientos, ni tampoco nuevos —sólo los de siempre.
Muchas veces, el saber consume la verdad.
A veces, la última palabra es el silencio.