El miedo ante Dios
Los miedos que rodean la religión y a Dios, tienen algo que ver con condena o elección. Éstos son los miedos principales: «¿seré condenado?», y: «¿cómo encuentro a un Dios misericordioso?», así lo expresa Lutero. Es decir, en estos miedos siempre se trata de pertenencia o de condena y expulsión.
Ahora bien, se puede observar que independientemente de la respectiva imagen de Dios, sea en una familia judía, o en una india, o en una musulmana, o en una católica, o en una protestante, el miedo siempre es el mismo. Por tanto, no tiene que ver con una determinada imagen de Dios, sino con que la fe en Dios, en muchos grupos, constituye una condición para la pertenencia al grupo decisivo para nuestra supervivencia. Renegar de Dios, por tanto, significa renegar de la familia y de sus valores, lo cual lleva consigo la exclusión de esa familia. Por eso, muchos de los miedos que se proyectan sobre Dios son los miedos de un niño en el seno de una familia.