«Te sigo»
Detrás del deseo de desaparecer del padre o de la madre, deseo que el hijo pretende evitar con la frase de «mejor que sea yo que tú», por parte de los padres frecuentemente se halla otra frase que ellos pronuncian como hijos hacia sus propios padres o hermanos, cuando éstos murieron pronto o estuvieron seriamente enfermos o disminuidos. La frase es ésta: «Te sigo.»
O, más concretamente: «Te sigo a tu enfermedad», o: «Te sigo a la muerte».
Así, pues, la primera frase que obra en la familia es: «Te sigo». También en este caso se trata de la frase de un niño; pero más tarde, cuando estos niños ya se han convertido en padres ellos mismos, sus hijos, a su vez, evitan que la cumplan, diciendo: «Mejor que sea yo que tú.»