Lo espiritual
UNA PARTICIPANTE Alguna vez hiciste una diferenciación entre la actitud de «yo soy un mensajero de algo espiritual» y la actitud que tú describes como «vibrar en una misma alma». A mí lo que me interesaba preguntar es sobre lo espiritual: lo que tú haces, ¿se puede considerar espiritual?
HELLINGER Yo suelo evitar la palabra espiritual siempre que pueda, porque es muy abusiva. Y la mayoría de los que se llaman espirituales se han negado a la purificación. Pensando, por ejemplo, en San Juan de la Cruz que estuvo caminando durante veinte años por la noche oscura del espíritu, se sabe lo que significa y que es algo que no se puede explicar. Es algo a lo que uno se ve obligado, a esa purificación, y una vez la persona ha pasado por ella, ya no lo menciona. Quien habla de eso, por regla general no ha pasado por la experiencia.
Grosso modo —y quizá sea un poco arrogante decirlo así—, de lo divino tenemos una intuición: es más familiar al No-Ser que al Ser. Se halla muy lejos, y cuando dejamos que aquello que está muy lejos envíe sus rayos a nuestro propio interior, cuando permitimos que vaya actuando, aporta una gran tranquilidad. Pero no nos da las instrucciones para actuar, y me atrevo a decir que de ello no hay ninguna revelación. Es muy atrevido, pero lo digo.
En cambio, aquello que actúa, aquello de donde nos vienen las instrucciones para actuar, es lo que suelo llamar el alma. El alma tiene algo que ver con el Ser, y lo divino, con el No-Ser. Puedo ofrecer una imagen: todo aquello que es está rodeado de un No-Ser, y aquello que es el No-Ser, en comparación con el Ser, es mucho más grande, es infinito. Todo lo que es es finito. Lo que está más allá del Ser es el No-Ser, pero es efectivo. A través del reconocimiento del No-Ser, aquello que es, el Ser, gana grandeza, pero sin que el No-Ser actúe directamente; es simplemente el reconocimiento el que causa ese efecto. Éste sería para mí el ámbito de lo espiritual.
El alma, en cambio, es y yo me puedo entregar a su obrar. Sin embargo, el alma actúa a diferentes niveles: a un nivel superior, y luego, a un nivel muy profundo. En mi trabajo, poco a poco he ido bajando a ese nivel más profundo que se va mostrando, y quizá haya aún otro nivel más, al que ahora me voy acercando, pero aún no lo puedo captar. Se tiene que manifestar en el trabajo; por eso me es tan importante que estas comprensiones resulten de la vivencia. Sin este trabajo yo no podría reconocer todo esto, uno no se lo puede simplemente imaginar, hay que verlo en la experiencia. Por eso también maduramos con este tipo de trabajo, es un profundo desarrollo humano, un estar en sintonía con las profundidades.
UN PARTICIPANTE A mí, todo esto me parece como un Cántico del Amor.
HELLINGER Sí, esto me gusta, eso es, un canto al Amor, exacto.
Una última pregunta sería: el alma, también la Gran Alma, ¿es eterna o efímera? Quizás sea efímera.