Miércoles, 11 de mayo de 2005
SR. MACLEAN: ¿Podría decirnos su nombre completo, por favor?
SR. BRIGHTMAN: Lee Anthony Brightman.
SR. MACLEAN: Gracias. Así que usted, Sr. Brightman, tuvo una relación con la Srta. Bailey, ¿cierto?
SR. BRIGHTMAN: Sí.
SR. MACLEAN: ¿Durante cuánto tiempo?
SR. BRIGHTMAN: La conocí a finales de octubre de 2003. Estuvimos juntos hasta finales de abril del año pasado.
SR. MACLEAN: ¿Y cómo se conocieron?
SR. BRIGHTMAN: En el trabajo. Yo estaba trabajando en una misión y la conocí casualmente durante el transcurso de la misma.
SR. MACLEAN: ¿Y empezaron una relación?
SR. BRIGHTMAN: Sí.
SR. MACLEAN: Usted ha dicho que la relación finalizó en abril. ¿Fue una decisión de mutuo acuerdo?
SR. BRIGHTMAN: Hacía tiempo que las cosas no iban bien. Catherine llevaba muy mal que pasara tanto tiempo fuera, trabajando. Estaba convencida de que tenía una aventura.
SR. MACLEAN: ¿Y la tenía?
SR. BRIGHTMAN: No. Mi trabajo me obliga a estar fuera de casa varios días seguidos y la naturaleza del mismo no me permite revelar a nadie, ni siquiera a mi novia, dónde estoy o cuándo regresaré.
SR. MACLEAN: ¿El tiempo que pasaba lejos de la Srta. Bailey daba lugar a discusiones entre ambos?
SR. BRIGHTMAN: Sí. Me miraba el móvil para buscar mensajes de otras mujeres, me exigía que le dijera dónde había estado y con quién. Cuando regresaba de una misión, lo único que quería era olvidarme del trabajo y relajarme un poco. Empecé a tener la sensación de que nunca podía hacerlo.
SR. MACLEAN: ¿Entonces fue usted quien rompió la relación?
SR. BRIGHTMAN: No. A veces discutíamos, pero yo la quería. Sabía que tenía problemas emocionales. Cuando la tomaba conmigo, siempre me decía a mí mismo que no era culpa suya.
SR. MACLEAN: ¿A qué se refiere con «problemas emocionales»?
SR. BRIGHTMAN: Bueno, me dijo que había tenido ansiedad. Cuanto más tiempo pasaba con ella, más salía a la luz. Se iba por ahí a beber con sus amigos o bebía en casa y, cuando yo llegaba, empezaba a discutir y la tomaba conmigo.
SR. MACLEAN: Me gustaría profundizar más en el tema de los problemas emocionales. Durante el transcurso de su relación, ¿vio algún indicio de que la Srta. Bailey pudiera ser capaz de hacerse daño a sí misma en un momento de estrés emocional?
SR. BRIGHTMAN: No. Sus amigos me habían contado que se autolesionaba.
SR. LEWIS: Protesto, señoría. Al testigo no se le ha pedido la opinión de los amigos de la Srta. Bailey.
MAGISTRADO NOLAN: Sr. Brightman, por favor, cíñase a lo que se le pregunta. Gracias.
SR. MACLEAN: Sr. Brightman, ha dicho que la Srta. Bailey «la tomaba» con usted. ¿Podría explicar qué quiere decir que «la tomaba»?
SR. BRIGHTMAN: Me gritaba, me empujaba, me abofeteaba, me daba patadas… Ese tipo de cosas.
SR. MACLEAN: ¿Era violenta con usted?
SR. BRIGHTMAN: Sí. Bueno, sí. Lo era.
SR. MACLEAN: ¿Cuántas veces diría usted que sucedió eso?
SR. BRIGHTMAN: No lo sé. No llevaba la cuenta.
SR. MACLEAN: ¿Y qué solía hacer en esas ocasiones en que ella «la tomaba» con usted?
SR. BRIGHTMAN: Me alejaba de ella. Ya tengo suficiente con aguantar eso en mi trabajo como para seguir con lo mismo cuando llego a casa.
SR. MACLEAN: ¿Y alguna vez se comportó usted con ella de forma violenta?
SR. BRIGHTMAN: Solo la última vez. Me había encerrado en la casa y había escondido la llave en algún sitio. Se volvió loca conmigo. Yo había estado trabajando en una misión particularmente complicada y un resorte saltó dentro de mí. Le devolví el golpe. Era la primera vez en mi vida que le pegaba a una mujer.
SR. MACLEAN: La última vez. ¿De qué fecha está usted hablando, exactamente?
SR. BRIGHTMAN: Fue en mayo. El 23, creo.
SR. MACLEAN: ¿Podría hablarnos de ese día?
SR. BRIGHTMAN: La noche anterior me había quedado a dormir en casa de Catherine. Ese fin de semana estaba de servicio, así que me fui a trabajar antes de que Catherine se despertara. Cuando regresé por la noche, ella se encontraba en casa y había estado bebiendo. Me acusó de haber pasado el día con otra mujer, lo mismo que oía una y otra vez. Lo soporté durante un rato, pero al cabo de un par de horas ya no podía más. Decidí marcharme, pero ella había cerrado la puerta principal con dos vueltas de llave. Me gritaba y me insultaba una y otra vez, me pegaba con las manos y me arañaba la cara. La empujé hacia atrás, lo justo para alejarla. Pero ella volvió a abalanzarse sobre mí y le pegué.
SR. MACLEAN: ¿Cómo le pegó, Sr. Brightman? ¿Fue un puñetazo, una bofetada?
SR. BRIGHTMAN: Le pegué con el puño cerrado.
SR. MACLEAN: Ya. ¿Y qué sucedió a continuación?
SR. BRIGHTMAN: Ella no se detuvo, se limitó a gritar más alto y a volver a lanzarse sobre mí. Así que le volví a pegar. Supongo que, seguramente, más fuerte. Se cayó de espaldas y fui a ver si estaba bien, para ayudarla a levantarse. Creo que debí de pisarle la mano, porque ella se puso a gritar y a chillar y me lanzó una cosa. Era la llave de la puerta principal.
SR. MACLEAN: ¿Y qué hizo usted después?
SR. BRIGHTMAN: Cogí la llave, abrí la puerta principal y me fui.
SR. MACLEAN: ¿A qué hora fue eso?
SR. BRIGHTMAN: Debían de ser sobre las siete y cuarto.
SR. MACLEAN: Y, cuando la dejó, ¿en qué condiciones se encontraba ella?
SR. BRIGHTMAN: Seguía gritando y chillando.
SR. MACLEAN: ¿Estaba herida? ¿Sangraba?
SR. BRIGHTMAN: Es posible que estuviera sangrando.
SR. MACLEAN: ¿Podría facilitarnos más detalles, Sr. Brightman?
SR. BRIGHTMAN: Tenía un poco de sangre en la cara. No sé de dónde venía. No era mucha.
SR. MACLEAN: ¿Y usted estaba herido?
SR. BRIGHTMAN: Solo tenía algunos rasguños.
SR. MACLEAN: ¿Se planteó que ella podría necesitar atención médica?
SR. BRIGHTMAN: No.
SR. MACLEAN: ¿Aunque, por lo visto, estaba sangrando y chillando?
SR. BRIGHTMAN: No recuerdo que estuviera chillando. Cuando me estaba yendo de casa empezó a gritarme e insultarme. Si necesitaba atención médica, creo que podía haberla pedido por sí misma, sin mi ayuda.
SR. MACLEAN: Ya. Entonces, tras abandonar la casa a las siete y cuarto, ¿volvió a ver a la Srta. Bailey?
SR. BRIGHTMAN: No. No volví a verla.
SR. MACLEAN: ¿Y se puso en contacto con ella por teléfono?
SR. BRIGHTMAN: No.
SR. MACLEAN: Sr. Brightman, quiero que se lo piense muy bien antes de responder a la siguiente pregunta. ¿Cómo se siente ahora mismo en relación a los incidentes de ese día?
SR. BRIGHTMAN: Lamento profundamente todo lo sucedido. Yo amaba a Catherine. Le había pedido que se casara conmigo. No tenía ni idea de que estaba tan trastornada emocionalmente y Dios sabe que desearía no haber tomado represalias. Ojalá me hubiera esforzado más en intentar calmarla.
SR. MACLEAN: Gracias. No hay más preguntas, señoría.
CONTRAINTERROGATORIO
SR. LEWIS: Sr. Brightman, ¿habría calificado de seria su relación con la Srta. Bailey?
SR. BRIGHTMAN: Así lo creía, sí.
SR. LEWIS: ¿Entiende como parte de los términos y condiciones de su trabajo informar a sus empleadores de los cambios que se producen en sus circunstancias personales, lo que incluye mantenerlos informados con detalle sobre sus relaciones?
SR. BRIGHTMAN: Sí.
SR. LEWIS: Y, aun así, decidió no informar a nadie de su entorno laboral de su relación con la señorita Bailey, ¿no es cierto?
SR. BRIGHTMAN: Tenía pensado hacerlo cuando Catherine accediera a casarse conmigo. Habían fijado la revisión de mi expediente para finales de septiembre; así que, en cualquier caso, se lo habría comentado entonces.
SR. LEWIS: Bien. Me gustaría hacer hincapié en la prueba WL/1 —se encuentra en la página catorce del anexo de pruebas—, la declaración del agente de policía Will Lay. El agente Lay lo detuvo el martes 25 de mayo de 2004 en su domicilio. En la presente declaración asegura que, cuando le preguntó por la Srta. Bailey, lo primero que usted dijo fue, cito textualmente: «No sé de quién me habla». ¿Correcto?
SR. BRIGHTMAN: No recuerdo exactamente qué dije.
SR. LEWIS: Se trata de la mujer de la que posteriormente dijo estar enamorado y con la que pretendía casarse. ¿Cierto?
SR. BRIGHTMAN: Los agentes Lay y Newman aparecieron en mi casa a las seis de la mañana. Había trabajado las tres últimas noches y acababa de meterme en la cama. Estaba desorientado.
SR. LEWIS: ¿Cuando más tarde lo interrogaron en la comisaría de Briarstone, declaró también, y vuelvo a citar textualmente, que: «Solo era una persona a la que estaba investigando. Cuando me fui, ella estaba bien. Tenía problemas emocionales, problemas de salud mental»?
SR. BRIGHTMAN: (Inaudible).
MAGISTRADO NOLAN: Sr. Brightman, ¿podría hablar más alto?
SR. BRIGHTMAN: Sí.
SR. LEWIS: ¿Y estaba usted llevando a cabo una investigación sobre la Srta. Bailey?
SR. BRIGHTMAN: No.
SR. LEWIS: No tengo más preguntas.
MAGISTRADO NOLAN: Gracias. En ese caso, damas y caballeros, se levanta la sesión para almorzar.