Viernes, día 5
SEMANA 41
MÚSICA
Antonin Dvorak
El músico checo más internacional, Antonin Dvorak (1841-1904), nació en Bohemia y tocaba la viola en la Orquesta Nacional de Praga. En 1874 ganó un premio en Viena por su Sinfonía n.º 3, además de llamar la atención de Johannes Brahms (1833-1897), que se convertiría en uno de sus más fervientes admiradores. En 1891 fue nombrado profesor de composición de la Universidad de Praga, donde tan sólo permaneció un año, pues aceptó el puesto de director del Conservatorio Nacional de Música de Nueva York, dotado con un más que generoso sueldo de 15 000 dólares.
Después de recorrer durante cinco
meses Bohemia a modo de despedida, Dvorak puso rumbo a América,
donde pasó una de las épocas más desgraciadas pero más prolíficas
de su vida. Allí compuso su Sinfonía n.º 9, La Sinfonía del
Nuevo Mundo (1893), así como su Concierto para violín
(1893).
Dvorak compuso La Sinfonía del Nuevo Mundo mientras disfrutaba de unas vacaciones en la pequeña ciudad de habla checa de Spillville, en el estado de Iowa. Mientras recorría en tren la llanura, se sintió inspirado por el paisaje y se decidió a plasmar sobre una partitura la impresión que en él causaba Estados Unidos. El resultado transmite tanto la energía como los amplios espacios de ese país, aunque algunos oyentes creen que las melodías y ritmos del folclore norteamericano que Dvorak utilizó en la pieza son reflejo de la nostalgia del trotamundos por su tierra natal.
Esta sinfonía, tal y como sucede en la mayoría de las piezas para orquesta del compositor, deja traslucir un autor de una gran sensibilidad romántica pero con un enfoque de la forma de raíces clásicas. Lo que hace que Dvorak destaque sobre los demás es su devoción por la música folclórica: la Sinfonía n.º 5 (1875) incluye melodías que recuerdan el folclore bohemio y la Sinfonía n.º 6 (1880) recurre a un tipo de danza checa denominada furiant. Más avanzada su carrera, el compositor se inspiraría en el lírico y flexible género del poema sinfónico.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1. Dvorak también es famoso por sus deslumbrantes cuartetos de cuerda.
2. Regresó a Praga tras pasar casi tres años en Estados Unidos, y allí vivió felizmente el resto de su vida componiendo óperas y poemas sinfónicos.
3. Dvorak estaba leyendo una traducción del poema «Hiawatha», de Henry Wadsworth Longfellow, mientras componía la Sinfonía del Nuevo Mundo.