Domingo, día 7
SEMANA 35
RELIGIÓN
Los cuatro califas
bien guiados
Según la tradición suní, los cuatro califas bien guiados fueron los primeros líderes del islam, considerados como los seguidores fieles del camino de Mahoma.
El primer califa fue Abu Bakr. A pesar del rechazo de los chiíes que apoyaban a Alí, Abu Bakr se hizo con el califato al poco tiempo de morir Mahoma. Era suegro y buen aliado de Mahoma, y a menudo se encargaba de dirigir las oraciones en ausencia del profeta. Abu Bakr fue califa del año 632 al 634 d. C. Su califato fue breve, pero, debido al conflicto con Alí y sus seguidores, muy importante en los siglos venideros.
Poco tiempo antes de su muerte (algunos piensan que fue envenenado), Abu Bakr sugirió que su sucesor debía ser Omar ibn al Jatab, que se convertiría en el segundo califa del islam en el año 634 y reinaría hasta el año 644. Cuando fue elegido, los chiíes aún seguían pidiendo sin éxito que Alí fuera el sucesor. Así, los chiíes veían a Ornar como otro usurpador, mientras que los suníes lo creían un gran líder. Lo alababan por evitar el establecimiento de una dinastía al no dejar que su hijo fuese su sucesor. En su lugar, Ornar convocó a seis hombres, entre los que se encontraba Alí, para elegir al califa entre ellos.
Cuando Ornar fue asesinado por un hombre con el que tenía una enemistad personal, este grupo eligió a Otman ibn Affan, quien reinó desde el año 644 hasta el 656. Quizá Otman sea más conocido porque fue quien estandarizó el Corán, extendió el Imperio islámico y empezó a utilizar la práctica de elegir a miembros de su familia para administrar sus inmensas tierras. Esta práctica provocó altercados en todo el reino pero sobre todo en el Magreb. Finalmente los soldados dejaron que una multitud de musulmanes enfurecidos entrara por la fuerza en el palacio y acabaran asesinándolo.
Después de la muerte de Otman, Alí, también conocido como Ali ibn abi Talib, por fin se convirtió en califa. Por aquella época, sin embargo, los territorios del islam se habían sumido en el caos. Para evitar al gran número de suníes que se oponían a su mandato, Alí trasladó la capital a lo que hoy se conoce como Iraq. Alí dirigió el imperio hasta el año 661, cuando fue asesinado por disidentes.
La muerte de Alí marcó el final de la época de los cuatro califas bien guiados. Su sucesor, Muawiya I, puso en marcha una dinastía hereditaria.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1. Se dice que los tres califas asesinados, Ornar, Otman y Alí, murieron cuando estaban llevando a cabo ritos sagrados: Ornar estaba dirigiendo la oración en la mezquita, Otman estaba leyendo el Corán y Alí realizaba la oración de la mañana.
2. Los califas siguieron existiendo hasta el siglo XX y la Primera Guerra Mundial. El último califa, Abdulmecid II, murió en París en 1944.