Martes, día 2
SEMANA 12
LITERATURA
El gran Gatsby
Tanto críticos como lectores han tratado desde siempre de elegir una obra como la gran novela de la literatura norteamericana, y hasta el momento la mayoría se ha puesto de acuerdo en señalar El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald (1896-1940). Y es que casi ninguna otra obra ha capturado y criticado de una forma tan brillante la esencia del sueño americano.
El personaje que da título a la novela, Jay Gatsby, es un misterioso millonario propietario de una mansión en la ciudad de nuevos ricos de West Egg, en Long Island (Nueva York), justo al otro lado de la bahía de East Egg, cuna de familias adineradas de toda la vida. Cada fin de semana organiza lujosas fiestas que atraen a centenares de «polillas» hasta su finca. En una de esas soirées, Gatsby conoce al narrador, su nuevo vecino Nick Carraway. La primera impresión de éste define a su anfitrión como «una de esas raras sonrisas, con una calidad de eterna confianza, de esas que en toda la vida no se encuentran más que cuatro o cinco veces».
Pero cuanto más va conociéndolo, más grietas encuentra en esa fachada perfecta. Gatsby, como se termina viendo, epitomiza el ideal norteamericano del hombre hecho a sí mismo… con todos sus defectos. Nace pobre en el Medio Oeste, gana millones merced a negocios deshonestos y con la ayuda del crimen organizado, se cambia el nombre, se muda al Este, se compra una mansión en East Egg y se construye una historia personal falsa, y todo ello con el único objeto de recuperar a un viejo amor perdido, Daisy Buchanan, casada ahora con otro hombre.
Gatsby constituye una paradoja a casi todos los niveles. Vive y respira el espíritu norteamericano de iniciativa, idealismo y ascenso social, pero lo hace todo persiguiendo a una mujer que no merece ese esfuerzo. Se envuelve en una imagen de confianza absoluta en sí mismo, pero por dentro está solo y herido por el amor. Su biblioteca está repleta de libros, pero sus páginas están sin cortar, ninguno ha sido abierto jamás.
El gran Gatsby es una novela corta, de apenas 180 páginas, que Fitzgerald escribe con meticulosidad y maestría, sin desperdiciar apenas una palabra. La novela es a la vez de suspense, amor, misterio y denuncia de la decadencia de la era del jazz. Pero, por encima de todo, es la prosa de Fitzgerald (una de las más poéticas de la literatura en lengua inglesa de todos los tiempos) la que hace inolvidable esta quintaesencia del cuento norteamericano.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1. Fitzgerald luchó durante meses para encontrar un título a su novela. En marzo de 1925 envió un último telegrama desesperado a su editor pidiéndole que cambiara el título por Bajo el rojo, blanco y azul, pero ya era demasiado tarde.
2. Fitzgerald y su mujer, Zelda, fueron unas figuras tristemente célebres de la sociedad de la época del jazz. Sus tumultuosas existencias estuvieron marcadas por la notable inestabilidad emocional de ella y el alcoholismo de él.
3. Fitzgerald murió de un ataque al corazón en 1940, dejando inconclusa la novela El último magnate, sobre un jefazo de los estudios de Hollywood.