El uso de elogios
Se puede favorecer la buena disposición de la gente menuda a aceptar la crítica si se utiliza antes un cumplido, y después se vincula el comportamiento que se elogia con el comportamiento que se critica.
El elemento clave en este uso de los elogios es que el cumplido debe ser auténtico, debe indicar que uno reconoce que algo que el chico ha hecho o está haciendo merece crédito. Los niños no son estúpidos, y si el elogio no es sincero, se dan cuenta de que el adulto les está «dando el dulce» con el fin de manipularlos. El resultado es que la actitud del chico ante la crítica se hace más rígida y que va perdiendo fe en el padre.
Larry, de dieciséis años, se pasaba muchas horas en el taller que su padre tenía instalado en el sótano. El señor H., artesano consumado, estaba encantado de que su hijo estuviera aprendiendo a usar bien las herramientas y a hacer objetos útiles. Pero cada vez le irritaba más el hecho de que el muchacho rara vez limpiara el taller, o pusiera en orden las herramientas cuando había acabado de usarlas. Algunas críticas leves no habían dado resultado, y el señor H. no quería reprender severamente a su hijo por temor a que éste perdiera todo interés en la carpintería. Quería plantear la cuestión de una manera que no afectara el interés de Larry por esa actividad, y, sin embargo, quería conseguir que le dejara el taller en buenas condiciones.
El padre lo consiguió, finalmente, felicitando a Larry por la forma en que cuidaba sus propias cosas: sus discos y su equipo estereofónico, la bicicleta, sus elementos deportivos.
—Muestras gran responsabilidad al cuidar tan bien de tus cosas —le dijo—, y eso me satisface mucho. Te agradecería que tuvieras la misma actitud con mis herramientas.
ORIENTACIONES PARA EL USO DE LOS ELOGIOS:
1. El cumplido debe ser por algo que sea importante para el chico. Larry cuidaba sus cosas porque significaban algo para él. Alabarle, por ejemplo, la forma en que dejaba limpio el cuarto de baño no habría sido un elogio eficaz, si lo hacía solamente porque era su obligación. Fíjese qué es lo que su hijo se enorgullece de hacer.
2. El cumplido no sólo debe ser sincero, sino que debe poder vincularse directamente con el comportamiento criticado. Una incongruencia tal como «Sacaste unas notas excelentes, y ahora hazme el favor de mantener el taller ordenado» sería ineficaz.