Cómo aceptar la crítica sexual
Cuando su pareja sexual lo critique, mantenga el control sobre sus propias reacciones. Válgase de la razón para apreciar la validez de la crítica, para asegurarse de que la entiende y para evaluar sus resonancias emocionales.
Pregunte a su pareja por el significado de sus palabras o de sus acciones; nunca dé por sentado que lo sabe. Si es necesario, repítale lo que usted entendió como implícito en la crítica. Formule la crítica con sus propias palabras antes de precipitarse a ninguna conclusión sobre su significado.
Estimule a su pareja a buscar la significación subyacente de su crítica, con expresiones del tipo de:
—Dime algo más sobre eso —o bien—: ¿No puedes explicar mejor lo que me dices? —o bien—: Me gustaría saber cómo te hace sentir eso.
Si la crítica fue formulada en términos generales, tales como «los contactos sexuales me resultan aburridos», pregunte por el motivo específico de queja, o pida sugerencias concretas para cambiar.
Sugiera a su pareja que hable de sus necesidades y preferencias sexuales no sólo en términos generales, sino específicos:
—No te siento afectuoso/a después de haber hecho el amor. Me gustaría que, después de un contacto sexual, me prestaras más atención, que me retuvieras un momento más en tus brazos.
Para aceptar constructivamente las críticas sexuales, es menester que usted conozca los motivos que tiene su pareja para expresarlas. Por más herido que pueda sentirse en el momento, por más a la defensiva que esté, es importante que, en la medida de lo posible, descubra por qué se formuló la crítica, y también para eso tendrá que hacer preguntas.
—¿Dijiste eso para hacerme sentir mal, o porque tú te sentías mal?
—Tu crítica, ¿fue una reacción a algo que yo hice o dije y que te hizo sentir herido, humillado o atacado?
—¿Esto es algo que te has privado de decir durante mucho tiempo? Entonces, ¿por qué lo dijiste ahora? ¿Qué sucedió para moverte a decirlo?
—¿Tú crees que lo que me criticas está realmente bajo mi control, que es algo que yo puedo cambiar? Entonces, ¿puedes decirme cómo?
Esfuércese todo lo posible para que su compañero o compañera indague en sus razones conscientes, hasta llegar a las motivaciones inconscientes.
Quizás el factor más importante en la aceptación constructiva de las críticas sea la confianza, la convicción sincera de que, por más desconsideradas y hasta crueles que puedan ser las palabras de su pareja, su intención sincera es la de resguardar o mejorar la relación.
En muchos casos, la confianza se ve socavada porque los integrantes de la pareja no se dan cuenta del efecto emocional que pueden tener las críticas sexuales. Por ejemplo, en una sesión de asesoramiento, el terapeuta preguntó a una mujer cómo se sentía ante los comentarios de desaprobación de su marido.
—Me siento enfadada y humillada —respondió ella.
—Pero eso es un rótulo, no un sentimiento —señaló el terapeuta—. ¿Cuáles fueron sus reacciones emocionales?
—Bueno —respondió la mujer—, creo que empecé a llorar y sentí que no podía respirar.
El terapeuta se volvió entonces hacia el marido.
—¿Era así como usted quería que se sintiera?
—Por Dios, ¡no! —fue la respuesta inmediata—. ¿Cómo podía querer herirla, si la amo?
Sin comprensión y confianza recíprocas, un ciclo de críticas puede conducir a un condicionamiento sexual negativo. Otro terapeuta describe el caso de una pareja cuya vida sexual, originariamente placentera, se fue apagando y deteniendo, porque los dos reaccionaban mal ante las críticas, reales o fantaseadas:
—Cada vez que uno de ellos se sentía herido —relata—, intentaba vengarse rechazando el próximo acercamiento sexual del otro. Con el correr del tiempo, la gama de expresión sexual de la pareja, que había sido muy rica, se restringió y empobreció. En vez de ventilar sus resentimientos, cada uno hacía que repercutieran hacia fuera, evitando la forma de contacto sexual en la cual originariamente se habían sentido heridos.