El poder del discurso privado

Un tercer proceso mental que influye sobre la manera de reaccionar ante la crítica es el discurso privado, esto es, las cosas que «decimos» en silencio cuando criticamos a alguien, o cuando estamos (o creemos estar) a punto de recibir una crítica.

Pregúntese, usted mismo, si cuando le critican tiende a decirse: «Oh, oh, ya volví a meterme en líos», o: «Ahora tendré ocasión de saber en qué me equivoqué». Y cuando usted hace una crítica, ¿tiende a murmurar silenciosamente: «Qué estúpido puede ser fulano», o: «Veré si puedo ayudarle.»?

Puesto que, como ya hemos visto, la mayoría de las personas suponen que la crítica va a ser negativa, la mayor parte de esos enunciados, referentes a sí mismas, tienden también a ser negativos:

¿El jefe quiere hablar conmigo? Espero que no me despida.

¿Por qué la toman siempre conmigo?

Qué terrible va a ser esto.

¡Esto ya no lo aguanto más!

O, cuando es uno quien critica:

¿Por qué éste (o ésta) no podrá hacer nada bien?

Ojalá no tuviera que decir esto.

El discurso privado es un arma de doble filo. Por una parte, refleja la apreciación que hemos hecho ya de una crítica. Por otra, influye sobre cómo es probable que apreciemos la crítica, ya que tiende a confirmar y objetivar nuestras expectativas abstractas.

El discurso privado contribuye también a la forma en que nos sentimos y actuamos en respuesta a las críticas. Cuando los enunciados referentes a uno mismo son hostiles o denigrantes, provocan reacciones físicas y emocionales negativas. Por ejemplo, si a un alumno le dicen que se presente en el despacho del director y se pregunta: «¿Qué habré hecho mal esta vez?», lo más probable es que empiece a sentirse angustiado, enojado o culpable. Tal vez entre en el despacho con aire avergonzado, o tensando nerviosamente los puños. Pero si en cambio se dice: «Tal vez me hayan elegido abanderado», se sentirá esperanzado, marchará con paso ágil y entrará con la sonrisa pronta.

El discurso privado pone en movimiento un circuito cerrado, que puede operar en dos direcciones. Como luego veremos, es posible aprender a controlarlo de modo que conduzca a actitudes más bien positivas que negativas.

Nadie es perfecto
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
dedicatoria.xhtml
agradecimientos.xhtml
Cap01.xhtml
Cap01_01.xhtml
Cap01_02.xhtml
Cap01_02_01.xhtml
Cap01_02_02.xhtml
Cap01_02_03.xhtml
Cap01_03.xhtml
Cap01_04.xhtml
Cap02.xhtml
Cap02_01.xhtml
Cap02_01_01.xhtml
Cap02_01_02.xhtml
Cap02_01_03.xhtml
Cap02_01_04.xhtml
Cap02_01_05.xhtml
Cap02_01_06.xhtml
Cap02_01_07.xhtml
Cap02_01_08.xhtml
Cap02_01_09.xhtml
Cap02_01_10.xhtml
Cap02_01_11.xhtml
Cap02_01_12.xhtml
Cap02_02.xhtml
Cap02_02_01.xhtml
Cap02_02_02.xhtml
Cap02_02_03.xhtml
Cap02_02_04.xhtml
Cap02_02_05.xhtml
Cap02_02_06.xhtml
Cap03.xhtml
Cap03_01.xhtml
Cap03_01_01.xhtml
Cap03_01_02.xhtml
Cap03_01_03.xhtml
Cap03_01_04.xhtml
Cap03_01_05.xhtml
Cap03_02.xhtml
Cap03_02_01.xhtml
Cap03_02_02.xhtml
Cap03_02_03.xhtml
Cap03_02_04.xhtml
Cap03_03.xhtml
Cap04.xhtml
Cap04_01.xhtml
Cap04_02.xhtml
Cap04_02_01.xhtml
Cap04_02_02.xhtml
Cap04_02_03.xhtml
Cap04_02_04.xhtml
Cap04_02_05.xhtml
Cap04_02_06.xhtml
Cap04_02_07.xhtml
Cap04_03.xhtml
Cap04_04.xhtml
Cap04_04_01.xhtml
Cap05.xhtml
Cap05_01.xhtml
Cap05_02.xhtml
Cap05_03.xhtml
Cap05_04.xhtml
Cap06.xhtml
Cap06_01.xhtml
Cap06_02.xhtml
Cap06_03.xhtml
Cap06_03_01.xhtml
Cap06_03_02.xhtml
Cap06_03_03.xhtml
Cap06_03_04.xhtml
Cap06_03_05.xhtml
Cap06_03_06.xhtml
Cap06_03_07.xhtml
Cap06_03_08.xhtml
Cap06_03_09.xhtml
Cap06_03_10.xhtml
Cap06_03_11.xhtml
Cap06_04.xhtml
Cap07.xhtml
Cap07_01.xhtml
Cap07_01_01.xhtml
Cap07_01_02.xhtml
Cap07_01_03.xhtml
Cap07_02.xhtml
Cap08.xhtml
Cap08_01.xhtml
Cap08_02.xhtml
Cap08_03.xhtml
apendices.xhtml
apendices_01.xhtml
apendices_01_01.xhtml
apendices_01_02.xhtml
apendices_01_03.xhtml
apendices_01_04.xhtml
apendices_02.xhtml
apendices_03.xhtml
apendices_03_01.xhtml
apendices_03_02.xhtml
apendices_03_03.xhtml
apendices_04.xhtml
biblio.xhtml
autor.xhtml
autor2.xhtml
notas.xhtml