58
58
Él, que es el autor de una guerra, deja lanzar toda la plaga infernal y abre una vena que desangra a una nación hasta la muerte.
THOMAS PAINE,
The American Crisis
Ciudad de Avalon, Nueva Avalon
Marca de Crucis, Mancomunidad Federada
1 de enero de 3058
Cansado de las celebraciones de Año Nuevo a las que había tenido que asistir, Víctor Davion se sentó a disfrutar de la soledad de su despacho. Con la mitad de los botones de la americana desabrochados, se acomodó en su enorme silla y puso los pies sobre el escritorio. Mientras mecía una copa de brandy con una mano, sentía la ausencia del puro en la otra. Sonrió al recordar las escasas veces que había visto a su padre en tal estado de relajación.
Pero ahora no estarías relajado, ¿verdad, padre? La decisión de Víctor de aceptar la oferta de Thomas había puesto fin a la guerra, por lo que el pueblo tenía verdaderos motivos de celebración. También se regocijaban en la victoria de Nanking y en la muerte del tirano de Zurich. La reincorporación de ambos mundos a la Mancomunidad Federada le había proporcionado una pequeña zona de influencia en lo que últimamente se había empezado a denominar la Marca de Caos.
Aunque se alegraba de la anexión, una parte de él se preguntaba si Sun-Tzu no se sentiría tentado a volver a ir tras ellos.
En otro tiempo, aquello habría bastado para preocuparle, pero ahora había otras noticias que relegaban la poderosa conflictividad de Sun-Tzu a una insignificante molestia. A primera hora del día había recibido un mensaje de Morgan Kell que proclamaba la creación del Cordón Defensivo de Arc-Royal, una zona que abarcaba los mundos desde el Foso del Placer de Kooken hasta Koniz. Aunque aquello incluía la mayor parte de la frontera lirana con los Clanes, sólo dejaba algunos huecos que Katherine tendría que cubrir si no quería arriesgarse a las incursiones de los Clanes por encima o debajo del Cordón.
A ojos del gran duque de Arc-Royal, la disposición de tal extensión de la Alianza Lirana, ya fuera con un propósito defensivo, suponía una afrenta para el gobernador de la nación. Si Víctor hubiera ocupado el trono de Tharkad, o bien habría bajado los humos a Morgan o habría solicitado un juramento de lealtad personal, pero él sabía que Katherine no podía ni rebajarse a lo primero ni obtener de Morgan lo segundo. El primo de su madre había logrado con éxito sacar un estado soberano del centro de la Alianza, debilitando considerablemente a Katherine, pero sin desmoronar la defensa contra los Clanes.
Esto le da algo más en que pensar, lo cual es positivo. Si la abandonamos a sus propios recursos, o a los de Tormano, encontrará algún modo de causarme problemas. Víctor sabía que necesitaba más tiempo para medir el impacto que le había producido el nombramiento de Tormano Liao como consejero de Katherine, pero la venta de Naves de Salto a la Mancomunidad Federada ya era una mala señal. Aun así, Víctor suponía que Tormano siempre tendría un ojo en la Confederación Capelense.
El príncipe de la Federación de Soles dio un trago de brandy y disfrutó del ardor que le producía en la garganta. Al pensar en el último año se dio cuenta de que la mayor lección que había aprendido era no subestimar a Thomas Marik. Como Thomas había sido restringido por la presencia de Joshua en Nueva Avalon, tanto Víctor como su Departamento de Inteligencia creían que la Liga de Mundos Libres era impotente y su líder un político vulnerable de la Esfera Interior. No había nada en el pasado de Thomas que sugiriese que podía ingeniar una operación tan sagaz para recuperar sus planetas.
Es obvio que su fascinación por la tecnología y el idealismo no son más que la piel de la cebolla. Víctor había aprendido a valorar a Thomas y tradujo este hecho a una norma que debía enseñar a todo el mundo. No hay que suponer, sino saber.
Un leve golpe en la puerta sacó a Víctor de sus cavilaciones.
—Adelante.
Un lívido Galen Cox abrió la puerta y se metió en el despacho, cerrando la puerta de roble detrás de él.
—Bien, estáis sentado y tenéis una bebida fuerte en la mano.
Víctor retiró los pies del escritorio y se inclinó hacia adelante.
—Parece que haya visto un fantasma, Jerry. ¿Qué ocurre? —preguntó mientras un sinfín de imágenes cruzaban su mente y la reanudación de la guerra con los Clanes se imponía por encima de todas—. Creo que usted sí necesita una bebida. Sírvase algo y cuénteme lo ocurrido.
—Después, mi señor. Prefiero ir al grano —dijo Galen, levantando dos dedos—. Dos cosas, una de mayor importancia que otra. La de menor importancia va primero, porque proporciona una perspectiva de la mayor.
—Lo escucho.
—Sin duda recordaréis a los tres agentes liaoitas que estaban en el hospital y fueron asesinados cuando intentaron entrar en la habitación de Johsua.
—Sí.
—La guerra cambió algunos de nuestros bienes de Inteligencia y dio prioridad a los códigos y las cifras de la Liga en criptografía. Cuando las cosas se tranquilizaron se empezó a adelantar el trabajo atrasado y parte de ello fue procesar las órdenes enviadas a los agentes liaoitas. De este modo descubrimos que el mensaje había sido codificado con un número que en el Departamento habíamos catalogado como 5707. Esto significa que era la secuencia de códigos utilizada en julio del año pasado.
Víctor asintió con la cabeza.
—Lo sigo. Adelante.
—El caso es que nosotros teníamos el 5707 en los ordenadores porque habíamos creado la clave cuando la Maskirovka intentó pasarla a sus espías y evitamos que éstos se hicieran con ella. Estoy casi seguro de que la Maskirovka sabía que teníamos la clave porque enviaron un nuevo código, que no pudimos obtener, y a través de aquella transmisión identificamos su sistema de seguridad para la transmisión de códigos. Los esfuerzos que hicimos con el 5707 deberían haber evitado que los agentes descodificasen las órdenes cuando las recibieron.
El problema es que, al parecer, la clave de código 5707 se envió en lugar de la 5709 a los agentes de Nueva Avalon. El mensaje que los agentes liaoitas recibieron en septiembre contenía el código de julio, un código que la Maskirovka debía saber que habíamos desechado. Esto significa, en pocas palabras, que el código de julio se volvió a enviar aquí con el mensaje codificado. Ningún otro mundo tenía la clave de código 5707 repetida y, de hecho, descubrimos varias claves 5709.
Víctor frunció el entrecejo.
—¿Me está diciendo que alguien envió un viejo código e, indirectamente, un viejo mensaje a los espías de aquí? Esto implica a ComStar o a la Palabra de Blake y, dadas nuestras cordiales relaciones con ComStar últimamente, supongo que fue la segunda. Sin embargo, parece ser que la Palabra de Blake envió el mensaje a los agentes de Sun-Tzu para crear un incidente que desencadenase la guerra. Atentando contra la vida de Joshua podría haberse descubierto el cambio.
Galen hizo un gesto de asentimiento.
—Creo que debemos tener en cuenta el hecho de que Thomas sabía que habíamos puesto un doble en el lugar de su hijo. Hizo los preparativos para la guerra y la llevó a cabo.
—Y utilizando agentes liaoitas no pone en peligro a su pueblo, me enfrenta a Sun-Tzu y encuentra la excusa perfecta para atacar a Sun-Tzu, si éste intenta desafiarlo. Alcanzó varios objetivos con un solo movimiento que sabía que no pondría en peligro a su hijo —concluyó Víctor con un silbido de asombro—. Cada vez estoy más impresionado.
—Esperad, que todavía hay más —dijo Galen, respirando hondo—. ¿Recordáis que cuando empezó la guerra me dijisteis que queríais duplicar las pruebas genéticas que, según Thomas, demostraban que el doble no era su hijo?
—Sí, y usted me dio los resultados una semana más tarde.
Galen sacudió la cabeza.
—No, le di los resultados de algunas de las pruebas, las que demostraban si eran padre e hijo. Los techs de laboratorio son de los que operan en su propio mundo. No sólo ponen la retentiva anal con guiones, sino también con mayúsculas y la imprimen en negrita.
—¿No son un poco obsesivos?
—Incluso más que vos, señor.
Víctor arqueó una ceja.
—¿Acaso es posible?
—Sí, pero sólo porque no tienen vida fuera del laboratorio y, por lo tanto, no entienden muy bien lo importante que puede ser la información. A las siete de la tarde de hoy, mientras me preparaba para vuestra recepción, el director del departamento de identificación genética me dio una serie de archivos con una nota que decía que pensaba que los había enviado antes, pero que se había olvidado. Eran los resultados de los otros análisis de sangre.
«Cuando Joshua vino aquí por primera vez y durante toda su estancia, su familia envió sangre para que la utilizasen en las transfusiones. El personal del laboratorio utilizó aquella sangre para hacer la prueba genética y no sólo hicieron la prueba del doble con la familia, sino también la del Joshua real con su familia. Como era de esperar, el Joshua real coincidía con su madre y su padre, pero no con Isis.
—Claro que no, porque era su hermanastra.
—Alteza, que no coincidiesen significa que no eran parientes. No son hermanos o, al menos, no de sangre.
Víctor alzó la cabeza.
—¿Quiere decir que alguien dejó embarazada a la madre de Isis y, luego, ésta declaró que el hijo era de Thomas? Si no recuerdo mal, nació un mes después del atentado de bomba contra Thomas. Ella proclamó a su hija mientras ComStar lo escondía hasta que se recuperase.
—Cierto, pero ésa no es la cuestión. Cuando Isis nació se creía que Thomas estaba muerto. Para demostrar la paternidad sometieron a Isis a una identificación de ADN que coincidía con la de Thomas y que se guardó en caso de que surgiera alguna urgencia médica.
—Ya sé, ya sé. A mí me han sacado muchos litros de sangre para guardarla en diversos hospitales en caso de que la necesite. Entonces está diciendo que, como no hay relación entre Isis y Joshua, en realidad Joshua no es hijo de Thomas.
Mientras formulaba su hipótesis se le planteó una paradoja.
—Espere, el ADN de Joshua coincidía con el de su padre, el de Isis también, pero el de ellos dos no, lo que significa que el padre de ella no es el padre de él.
Galen asintió lentamente.
—Lo que significa que Thomas Marik no es Thomas Marik.
Víctor sintió que se le secaba la boca.
—Durante dieciocho meses todo el mundo creyó que Thomas estaba muerto y luego ComStar lo devolvió y lo colocó en el trono de la Liga de Mundos Libres. Eso sucedió durante el reino de Myndo Waterly como Primus de ComStar. Con Thomas, o quien quiera que sea, en el trono de la Liga, ella podría haber dirigido una guerra que habría convertido la Esfera Interior en una especie de teocracia de Blake.
—Pero ahora ella ha muerto y él sigue gobernando la Liga.
—Y como agente suyo, yo imaginaba que aceptaría la Palabra de Blake, pero ahora resulta que la rechaza.
—Y no ha repudiado del todo a ComStar.
—Lo que significa que este Thomas tiene su propia agenda y todas las herramientas necesarias para cumplirla.
Galen asintió con la cabeza.
—Exactamente, Alteza —dijo levantando una mano—. ¿Ya puedo beber?
—Por favor —dijo Víctor, vaciando su copa y acercándosela a su amigo—. Yo tomaré otra y esperaré a que me alcance. Si esto es presagio de 3058, seguro que será un año interesante.