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Víctor Ian Davion, Primer Príncipe de la Mancomunidad Federada, se quejó.

—Si mi reino va estar marcado por esta suerte, creo que lo mejor será que abdique ahora mismo. ¿Quiere el trabajo, Jerrard?

Galen Cox sacudió la cabeza.

—No, señor —dijo con una sonrisa pese a la firmeza de su tono de voz—. Hemos tenido un poco de mala suerte, pero creo que podemos beneficiarnos de ello puesto que todavía falta el informe de Curaitis.

El príncipe se retiró su melena rubia rojiza de la frente y suspiró.

—¿Qué probabilidades habríamos tenido en Solaris de que un doble exacto de Joshua Marik hubiese aparecido en el parque zoológico Davion Peace y hubiese sido fotografiado por un periodista de vídeos sensacionalistas?

—Muchas probabilidades, y todavía más si supieran que el Joshua real ha muerto y ha sido sustituido por un doble —dijo Galen, encogiéndose de hombros—. Pero parece pura coincidencia. Cuando la niña se quitó la gorra dejando al descubierto su cabellera pelirroja, en fin, quedó bien claro que ella no era Joshua. La ropa desmesurada que llevaba puesta y el maquillaje mal esparcido por falta de costumbre le conferían esa profunda mirada.

Víctor se retiró del enorme escritorio de roble que tan útil había resultado a su padre durante casi cuarenta años.

—Gracias por interceder en la historia y acabar con ella. Ah, y por la continuación de la historia.

—Hay que saber cómo tratar a esos cazadores de rumores. Tienen una gran imaginación y, en lugar de acabar con la historia cuando descubrieron que Joshua no podía ser Joshua porque él era ella, empezaron a acosar a «Víctor para que se casase con el heredero Marik del otro sexo» —dijo Galen, riendo—. Habría sido la boda del siglo.

Víctor fulminó a Galen con su mirada.

—No le veo la gracia. Prestar atención a Joshua no es una buena idea en este momento.

—Lo sé, señor, y por eso creo que todo este asunto no podía beneficiarnos. Prepararemos un vídeo sobre el encuentro entre Missy Cooper y Joshua, de este modo se hará famosa y verá que Joshua sigue como siempre. Francamente, la gente no es tan tonta como para creerse los vídeos sensacionalistas. Si empiezan a aparecer extrañas historias sobre Joshua, dispersarán las dudas sobre todo lo que se ha dicho de él.

—Ojalá pasase lo mismo con las historias sobre mí y la conspiración de asesinar a mi madre —dijo Víctor, frotándose los ojos mientras se dejaba caer en el sofá que había junto al escritorio—. Supongo que sabrá que maté a Galen Cox porque intentaba encubrir el asesinato de mi padre en este mismo despacho.

Galen asintió mientras se sentaba en una silla reclinable a la izquierda de Víctor.

—Eso he oído. Pero supongo que vos sabéis que no creo esa historia en absoluto.

Víctor rio pese a que no era ésa su intención.

—Gracias, amigo, por darme su punto de vista. En un mundo donde la percepción se puede convertir en realidad, tengo que recordar que la realidad es lo que debo combatir. Y, siguiendo con lo mismo, ¿qué ha hecho con respecto al vídeo sensacionalista?

—Si lo suprimimos sólo conseguiremos encarecer su valor, así que he dado instrucciones a todos los Departamentos de Inteligencia explicando lo ocurrido e incluyendo información adicional sobre esa tal Missy Cooper. Les he prometido que les seguiré enviando material. El Tattler presentará el material sobre Cooper y Joshua como una obra de interés humano dentro de una semana aproximadamente. Todos nuestros agentes dispondrán del material dos días antes de que salga e instigarán a los medios de comunicación locales para que lleven a cabo sus luchas de imitación.

Víctor hizo un gesto de asentimiento.

—Muy bien. ¿Cómo ha conseguido que el Tattler aceptase cambiar la perspectiva de la historia?

Galen tragó saliva.

—Les dije que vos les proporcionarías una exclusiva sobre el anuncio de compromiso de Kai Allard-Liao. Aproveché el hecho de que vos conocisteis a ambos durante la guerra contra los Clanes en Alyina y Twycross. Cinco minutos, no más.

—Cinco minutos son demasiados, ¡maldita sea! —exclamó Víctor, con los puños cerrados casi al tiempo que se obligaba a abrirlos y a tragarse su enojo—. No, espere, tengo que hacerlo. Hizo bien en decírselo. Katherine sería tan educada con el Tattler que les sabría mal decir algo malo sobre ella. Siempre hay más gente que acaba viendo este material que cualquier cosa oficial que enviemos, así que me humanicen un poco.

—Esperaba que lo veríais así.

—Estoy seguro de ello, Jerrard —dijo Víctor.

Examinó el despacho con las paredes de madera y se dio cuenta de que, desde que se había convertido en Primer Príncipe, la estancia había dejado de transmitir la grandeza y la calidez que tenía durante el dominio de su padre. Durante aquella época, cuando Víctor todavía era un niño, había sido un lugar de poder, un lugar donde se tomaban decisiones que afectaban a las vidas de miles de millones de personas.

La creación de un doble de Joshua había sido una de esas decisiones: el Proyecto Géminis, el último legado del reinado de Hanse Davion. Cuando estaba vivo y gozaba de buena salud, Joshua era el heredero de Thomas Marik y el mayor obstáculo para cualquiera de las esperanzas secretas que pudiera tener Sun-Tzu Liao de gobernar la Liga de Mundos Libres. Pero todo el mundo sabía que la enfermedad de Joshua era incurable. El chico moriría pronto, dejando vía libre a Sun-Tzu.

Thomas llevaba años retrasando el matrimonio de Sun-Tzu con Isis, pero no podía aplazarlo para siempre. En cuanto Liao se casase con Isis, estaría listo para controlar su fanática Confederación Capelense y la Liga de Mundos Libres, de gran poder industrial.

Nadie dudaba que Sun-Tzu se haría con el poder si Thomas Marik moría, ya fuera por causas naturales o accidentales, e Isis heredaba el trono. Sun-Tzu no perdería el tiempo movilizando a las tropas para recuperar los mundos perdidos frente a la Mancomunidad Federada durante la Cuarta Guerra de Sucesión. Los ejércitos de Hanse Davion se habían apoderado de la mitad de la Confederación Capelense en la guerra, es decir, más de cien planetas que más tarde se unirían bajo el nombre de Marca de Sarna. Esos mundos, insertados en otro tiempo entre la Mancomunidad Lirana y la Federación de Soles, ahora pertenecían a la Mancomunidad Federada. Nada se interponía en la alianza de sus dos grandes imperios estelares.

Víctor había pensado largo y tendido sobre la posibilidad de continuar el Proyecto Géminis cuando sus consejeros se lo plantearon. La idea de sustituir a Joshua por un doble y engañar a Thomas Marik sobre la muerte de su hijo iba totalmente en contra de sus ideales, pero al final se había convencido de que era la única manera de que la Mancomunidad Federada pudiera ganar tiempo para prepararse antes de enfrentarse a la temible amenaza de Sun-Tzu Liao. Sus consejeros de más confianza estimaban que se necesitarían dos años para hacerlo mientras se preparaban para la siguiente fase de la guerra contra los Clanes. La Mancomunidad Federada era rica y fuerte, pero sus fronteras eran demasiado extensas para disponer de tropas suficientes para defenderlas.

Dejarían que Joshua muriera cuando el chico no albergara esperanza alguna, pero mantendrían el doble en su lugar durante al menos dos años. Pasado este tiempo, comunicarían a Thomas Marik la triste noticia de la defunción de su hijo y devolverían el cuerpo del Joshua Marik real a su lugar de descanso final en la Liga de Mundos Libres.

Debido a otros problemas más acuciantes de su reino, Víctor había decidido postergar sus planes contra la amenaza de Sun-Tzu utilizando el doble. Después de todo, dos años no era mucho tiempo, pero Víctor necesitaba ese tiempo para prepararse y solucionar la otra seria amenaza a la Mancomunidad Federada.

—¿Mi hermana no tuvo nada que ver con Missy Cooper?

Galen sacudió la cabeza.

—Los informes preliminares descartan esa posibilidad, pero Curaitis está realizando algunas comprobaciones finales antes de desechar la idea. En cualquier caso, no es posible que se haya enterado de Géminis, porque la operación se llevó a cabo en Nueva Avalon y era alto secreto. Ni siquiera vuestra madre lo sabía.

—¿Qué?

—Creo que fue idea de Alex Mallory. Probablemente, Alex pensó que desbarataría el proyecto si se enteraba, así que no se lo dijo. Sólo si Joshua hubiese muerto habría propuesto la puesta en marcha de Géminis —dijo Galen, con el entrecejo fruncido—. No sé si yo habría tomado la misma decisión, de lo cual deduzco que no debo de ser su mejor sustituto.

—No, usted es el sustituto perfecto de Alex. Aparte de que es brillante, me conoce bien, y también a Katherine. De hecho, tengo entendido que llegaron a hablar de matrimonio.

—Sí, bueno, no creo que ahora fuera capaz de hacerlo —dijo Galen, estremeciéndose—. Si buscase esposa, creo que preferiría a una que contestase sí a la siguiente pregunta: «Si sabe que alguien está a punto de matar a su marido, ¿le avisaría, o no?».

—Recuérdeme que también lo apunte en mi lista. Sin embargo, creo que usted ha estado más cerca de ella que yo. Conoce su mente.

—Eso creía.

—Y yo, pero eso era antes de que lo dejase morir y antes de que ocultáramos la prueba que demostraba la participación de ella y Ryan en el asesinato de mi madre —dijo Víctor antes de girarse hacia Galen para descubrir que su amigo había palidecido—. ¿Algo nuevo al respecto?

Galen sacudió la cabeza.

—A menos que podamos descifrar algunos de los archivos que sacamos del despacho de Ryan después de su muerte, creo que no conseguiremos ninguna idea más exacta sobre el plan. Al asesino se le pagó con la recaudación obtenida de un acuerdo territorial mediante el cual se había comprado una propiedad devaluada a un precio elevado. La tierra se entregó posteriormente al estado para su rehabilitación como hábitat pantanoso para pájaros. La corporación obtuvo la cancelación de la deuda impuesta y el presidente de la compañía, a instancia de vuestra hermana, recibió un título y una propiedad territorial.

Víctor dio un puñetazo en el brazo del sofá.

—Mi gobierno pagó al asesino que mató a mi madre.

—Un detalle que estoy seguro que vuestra hermana intentaría rebatir, si intentásemos acusarla de complicidad.

—Que es exactamente la razón por la que no lo hacemos. No, dejemos que se descubra a sí misma y démosle tiempo suficiente para hacerlo. Tendrá que venir a por mí de algún modo.

Galen asintió con la cabeza.

—Cierto, pero por ahora tiene que calmar los mundos de la isla de Skye y eso la mantendrá muy entretenida. La victoria de la Legión Gray Death contra los rebeldes de Glengarry ha apaciguado el levantamiento. Algunos de los habitantes de la Marca de Sarna siguen intentando reestructurar la organización de Ryan, lo cual deja la puerta abierta a futuros problemas. Mientras tanto, la mayoría de nuestras tropas ya están preparadas, lo que significa que Katherine tendrá que reforzar los puntos conflictivos con su gente. Los últimos informes de Tharkad indican que se está centrando en patrocinar programas de arreglo y recuperación. Puede que ayuden en algo.

—Bien. Tiene el don de mi madre para despertar el sentimiento caritativo de la gente. Una estrategia inteligente —dijo Víctor, con gesto de concentración—. ¿Ha recibido a algún visitante de interés?

—Ninguno comprometedor, sólo los funcionarios habituales. Caitlin Kell está con ella. ¿Creéis que Katherine está intentando conseguir el apoyo de los Demonios de Kell en detrimento vuestro?

Víctor hizo un gesto de rechazo.

—No, eso no me preocupa.

—Pero es cierto que aceptaron un contrato con la Mancomunidad Federada hace aproximadamente un año y todavía no se les ha hecho.

—Sé cómo suena eso, Jerrard, pero no me preocupa. Morgan Kell me conoce. Dan Allard me conoce. Nunca se pondrán en mi contra. De hecho, como cualquier persona sensata, se están preparando para atacar a los Clanes, y nosotros deberíamos estar haciendo lo mismo. Por desgracia, yo tengo otras preocupaciones además de los Clanes y la traición de mi hermana. ¿Algún informe de la Marca de Sarna?

—Sun-Tzu Liao sigue causando problemas en la Marca de Sama, como ya anticipamos cuando Kai arrebató el poder del movimiento por una Capela Libre al bueno de su tío Tormano. Kai parece decidido a utilizar Capela Libre como medio de reforma y avance social, mientras que la gente de Sun-Tzu dificulta el acceso a los servicios ofrecidos. Las guerrillas de los Zhanzheng de guang han aumentado sus actividades en Styk, Gan Singh y Zurich, y Liao tiene nuevos grupos operando abiertamente en Acamar, Fletcher y Nanking. Sus actividades van desde graffiti y vandalismo hasta atracos a bancos, tiroteos en Zurich y atentados en Styk y Fletcher.

»Todos son mundos de la vieja Comunidad de Tikonov. Es normal que allí haya problemas. Mientras nosotros sacamos a las tropas de Skye y las enviamos a la Marca de Sarna, Sun-Tzu tendrá que echarse atrás. Kai no quiere verse obligado a armar a la gente, de modo que, si nosotros proporcionamos las tropas para mantener a Sun-Tzu callado, Kai puede establecer una buena base para estabilizar la zona. Mi madre lo había estado haciendo antes de la llegada de los Clanes, pero la Marca de Sarna ha quedado olvidada desde su invasión. Los esfuerzos de Kai y nuestro refuerzo en la zona podrían inducir a Thomas Marik a arremeter contra nosotros en caso de que tema un ataque.

—Eso nunca ocurrirá: tenemos a su hijo —dijo el príncipe, juntando las manos, dedo contra dedo—. Sun-Tzu tiene que presionar a Thomas para que actúe y Thomas lo ha rechazado. Debemos asumir que Thomas camina sobre la cuerda floja y que no quiere que nada le haga perder el equilibrio. ¿Se sabe algo más de su mujer?

—Ahora parece que no estaba en el tren cuando los coches químicos de la estación de Semidam se incendiaron. Ella estaba en Semidam, en una escuela donde llegó el humo del fuego. Sophina ayudó a los niños a resguardarse en un refugio de defensa civil y luego se desplomó. Siempre ha tenido asma alérgico y los gases deben de haber dañado seriamente sus pulmones. Ahora ya está recuperada, pero apenas puede respirar. No es una buena candidata para un transplante y, al parecer, fue educada en una tradición que tampoco aceptaría esa opción.

—¿Cuánto tiempo le queda?

—Un asesor del ICNA me dijo que dos años sin tratamiento extensivo, tal vez cuatro si la examinaban allí.

El príncipe asintió.

—Organice una audiencia con el embajador Marik en Nueva Avalon. Nos ofreceremos para ayudarla en lo que podamos —dijo Víctor, advirtiendo la mirada de extrañeza de Galen—. Sí, sé que es hipócrita ocultar la muerte de Joshua a su padres, por una parte, y ofrecernos para hacer lo que sea por salvar a la madre del chico, por la otra, pero ambos actos nos alejan de una guerra potencial contra Sun-Tzu y la Liga de Mundos Libres. Si tengo que jugar a dos bandas para detener esta guerra, lo haré.

Galen sonrió.

—No estaba pensando que fuerais un embustero. Pensaba que cualquier otra persona, Sun-Tzu, vuestra hermana, puede que incluso Thomas, no habrían dudado en utilizar a Sophina como rehén en sustitución de Joshua. Pero es obvio que vos queréis ayudarla.

—Nadie se beneficiará de una guerra. Si evitar la muerte de una persona puede evitar la de muchas otras, haré lo que esté en mis manos para salvar esa vida.