DIEZ
SUGERENCIAS...
PARA TRABAJAR DESDE CASA
• Aisle al máximo el lugar de trabajo (si es posible, en una habitación aparte). Si tiene que trabajar en el salón, delimite claramente la zona de trabajo (evite que se le coman los papeles y nunca tenga el ordenador a la vista). No trabaje en el dormitorio: evite que el trabajo interfiera en su descanso.
• Impóngase el horario que mejor le convenga y procure respetarlo. Sea flexible sólo hasta cierto punto. No se deje llevar por la indolencia y practique la autodisciplina: cuanto más tarde empiece, más se prolongará su jornada. Fíjese una hora límite.
• No se siente a trabajar en pijama y zapatillas. Vístase confortablemente, sin las rigideces de la oficina, pero oblíguese a adoptar una actitud de trabajo.
• Combata el sedentarismo y el «síndrome de Estocolmo». Oblíguese a salir como mínimo dos veces al día (salga a desayunar o a estirar las piernas antes de comenzar la jornada). Impóngase citas sociales; quede con los amigos fuera de casa.
• Haga ejercicio regularmente, preferiblemente al aire libre. Impóngase pausas cada treinta o cuarenta minutos delante del ordenador.
• Mantenga un contacto permanente con el lugar de trabajo. Desplácese una vez por semana si le es posible; le ayudará a no perder la referencia.
• Procure seguir en contacto con sus compañeros de trabajo. Combata la sensación de aislamiento laboral. Evite roces y envidias por su situación «privilegiada». Aprenda a automotivarse.
• Silencie el teléfono fuera del horario laboral y deje trabajar el contestador. Combata el estrés «casero»: prescinda del teléfono móvil si no es estrictamente necesario para su trabajo. De lo contrario, será incapaz de «desconectar» y tendrá la sensación de estar trabajando veinticuatro horas al día.
• Negocie con su compañía el pago de todos los gastos generados por su oficina «casera», desde el ordenador a la instalación de una segunda línea telefónica para uso estrictamente laboral.
• Evite las jornadas maratonianas. Anteponga siempre la salud y las relaciones personales. Al menor conflicto, recuerde: está en su casa.