ÉTER

RICHARD THALER

Economista; director del Centro de Investigación de la Decisión de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago; coautor (junto con Cass Sunstein) de Un pequeño empujón ( nudge ). El impulso que necesitas para tomar las mejores decisiones en salud, dinero y felicidad.

Recientemente he tenido oportunidad de publicar en la revista Edge una pregunta en la que venía a pedirle a una serie de personas que señalaran cuál era el ejemplo de creencia científica errónea que les parecía más relevante. Y una de las respuestas que más me impresionó fue la que me ofreció Clay Shirky. He aquí un extracto de sus manifestaciones:

La existencia del éter, esto es, del medio por el que (se pensaba que) se transmite la luz. Si se llegó a la conclusión de que la existencia del éter respondía a una realidad efectiva fue por analogía, ya que si las ondas se propagan de hecho por el agua, y las ondas sonoras se difunden a través del aire, también la luz debía viajar a través de un medio X, y el nombre que terminaría dándose a esa particular incógnita fue justamente el de éter.

Si lo considero mi ejemplo favorito se debe al hecho de que ilustra de un modo interesante lo difícil que resulta acumular pruebas para determinar que algo no existe. La existencia del éter no solo era un requisito necesario para las teorías del siglo XIX, constituía también una realidad indetectable para los aparatos de ese mismo período, lo que explica que acumulara un montón de características negativas que hacen que se defina como una sustancia inodora, incolora, inerte, etcétera.

Había también otras respuestas (como la relacionada con la «fuerza de la gravedad») que incidían igualmente en la existencia de factores dotados de funciones similares a la ejercida primariamente por el éter, dado que constituían otras tantas ficciones convenientes y dotadas de la capacidad de «explicar» un conjunto de hechos que de otro modo se habrían revelado intratables. Reflexionemos por ejemplo sobre el contenido de esta cita del químico y físico alemán Max Pettenkofer, pronunciada al proceder él mismo a impugnar el papel de las bacterias como agentes etiológicos del cólera: «¡Los gérmenes no desempeñan ningún papel relevante en la producción del cólera! El elemento importante es la predisposición física del individuo».

Por todo esto, y en respuesta a la pregunta que ha planteado este año la revista Edge, propongo cambiar el uso de la palabra «éter» y pasar a emplear la antigua ortografía («æther»), dado que no hay necesidad alguna de utilizar un término que hace referencia a algo que no existe. La alternativa que sugiero pasaría por usar el término «æther» para denotar el papel que desempeña cualquier parámetro no definido que cumpla una función similar. Pondré un ejemplo: «El “æther” es el elemento en que se funda mi teoría». Otra forma de ver cómo funciona la idea que aquí propongo consistiría en tomar la oración de Pettenkofer y sustituir la expresión «la predisposición física» por «el æther».

Es frecuente constatar que los partidarios del «æther» (es decir, aquellos teóricos que confían en la existencia de una variable fundada en el «æther») acostumbran a pensar que el uso que dan al concepto determina que su teoría resulte imposible de probar. Es también habitual comprobar que esa postura podía tener alguna justificación en la época en que les tocó vivir a esos mismos teóricos, aunque siempre se observa igualmente que acaban surgiendo empíricos inteligentes como Albert Abraham Michelson y Edward Morley —lo que significa que lo que hasta ayer era una simple tautología termina convirtiéndose en el último y más específico ejemplo de teoría equivocada—.

Las variables etéreas son extremadamente corrientes en el campo que yo mismo cultivo, es decir, en el ámbito económico. La utilidad es el factor que resulta imperativo maximizar si uno quiere lograr que la elección teórica por la que se ha apostado parezca racional.

Tanto el riesgo como la aversión al mismo son conceptos que en su momento quedaron bien definidos, aunque hoy corran el peligro de quedar convertidos en un puro éter. Si se consideran acciones de riesgo aquellos valores bursátiles que obtienen unos dividendos sorprendentemente elevados es porque, en teoría, los ingresos que superan un determinado umbral han de venir acompañados de una mayor asunción de riesgo. Si en el momento menos oportuno se revela que las tradicionales formas de medición del riesgo, como la varianza o la covarianza relativas al mercado, no son demasiado elevadas, entonces los teóricos partidarios del «æther» nos dicen que ha de estar operando algún otro factor de riesgo, y que simplemente ocurre que no sabemos cuál es.

De manera similar, ha sido tradicional considerar que el concepto de aversión al riesgo cosntituía una especie de rasgo básico, y que cada individuo poseía un parámetro —gamma— que venía a expresar el valor de su grado de aversión. En la actualidad se acepta que la aversión al riesgo varía con el tiempo, de modo que los partidarios del «æther» pueden afirmar con toda seriedad que la causa del desplome que experimentaron los mercados en los años 2001 y 2008 se debió a un súbito incremento de la aversión al riesgo. (Nótese la dirección que se imprime al efecto causal: las acciones bursátiles cayeron debido al espectacular aumento de la aversión al riesgo, y no al revés).

Por consiguiente, la próxima vez que tope usted con una de estas teorías, le sugiero que sustituya el concepto problemático en cuestión por la palabra «æther», o por cualquiera de sus derivados. Lo cierto es que, personalmente, estoy sopesando la idea de empezar a referirme con el nombre de «aversión etérea» a la variedad de aversión al riesgo que se muestra capaz de modificarse con el tiempo.

Este libro le hará más inteligente
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Section001.xhtml
Section002.xhtml
Section003.xhtml
Section004.xhtml
Section005.xhtml
Section006.xhtml
Section007.xhtml
Section008.xhtml
Section009.xhtml
Section010.xhtml
Section011.xhtml
Section012.xhtml
Section013.xhtml
Section014.xhtml
Section015.xhtml
Section016.xhtml
Section017.xhtml
Section018.xhtml
Section019.xhtml
Section020.xhtml
Section021.xhtml
Section022.xhtml
Section023.xhtml
Section024.xhtml
Section025.xhtml
Section026.xhtml
Section027.xhtml
Section028.xhtml
Section029.xhtml
Section030.xhtml
Section031.xhtml
Section032.xhtml
Section033.xhtml
Section034.xhtml
Section035.xhtml
Section036.xhtml
Section037.xhtml
Section038.xhtml
Section039.xhtml
Section040.xhtml
Section041.xhtml
Section042.xhtml
Section043.xhtml
Section044.xhtml
Section045.xhtml
Section046.xhtml
Section047.xhtml
Section048.xhtml
Section049.xhtml
Section050.xhtml
Section051.xhtml
Section052.xhtml
Section053.xhtml
Section054.xhtml
Section055.xhtml
Section056.xhtml
Section057.xhtml
Section058.xhtml
Section059.xhtml
Section060.xhtml
Section061.xhtml
Section062.xhtml
Section063.xhtml
Section064.xhtml
Section065.xhtml
Section066.xhtml
Section067.xhtml
Section068.xhtml
Section069.xhtml
Section070.xhtml
Section071.xhtml
Section072.xhtml
Section073.xhtml
Section074.xhtml
Section075.xhtml
Section076.xhtml
Section077.xhtml
Section078.xhtml
Section079.xhtml
Section080.xhtml
Section081.xhtml
Section082.xhtml
Section083.xhtml
Section084.xhtml
Section085.xhtml
Section086.xhtml
Section087.xhtml
Section088.xhtml
Section089.xhtml
Section090.xhtml
Section091.xhtml
Section092.xhtml
Section093.xhtml
Section094.xhtml
Section095.xhtml
Section096.xhtml
Section097.xhtml
Section098.xhtml
Section099.xhtml
Section100.xhtml
Section101.xhtml
Section102.xhtml
Section103.xhtml
Section104.xhtml
Section105.xhtml
Section106.xhtml
Section107.xhtml
Section108.xhtml
Section109.xhtml
Section110.xhtml
Section111.xhtml
Section112.xhtml
Section113.xhtml
Section114.xhtml
Section115.xhtml
Section116.xhtml
Section117.xhtml
Section118.xhtml
Section119.xhtml
Section120.xhtml
Section121.xhtml
Section122.xhtml
Section123.xhtml
Section124.xhtml
Section125.xhtml
Section126.xhtml
Section127.xhtml
Section128.xhtml
Section129.xhtml
Section130.xhtml
Section131.xhtml
Section132.xhtml
Section133.xhtml
Section134.xhtml
Section135.xhtml
Section136.xhtml
Section137.xhtml
Section138.xhtml
Section139.xhtml
Section140.xhtml
Section141.xhtml
Section142.xhtml
Section143.xhtml
Section144.xhtml
Section145.xhtml
Section146.xhtml
Section147.xhtml
Section148.xhtml
Section149.xhtml
Section150.xhtml
Section151.xhtml
Section152.xhtml
Section153.xhtml
Section154.xhtml
notas.xhtml