NO ESTAMOS SOLOS EN EL UNIVERSO
J. CRAIG VENTER
Experto en ciencias del genoma; fundador y presidente del Instituto J. Craig Venter; autor de Una vida descodificada.
No consigo imaginar un solo descubrimiento que pudiera ejercer sobre el conjunto del género humano un impacto superior al del hallazgo de vida fuera de nuestro sistema solar. El pensamiento cultural y social contemporáneo nos hace ver la vida a través de un prisma centrado a un tiempo en la óptica de los seres humanos y en el planeta Tierra. El hecho de descubrir que la vida podría tener múltiples orígenes, quizá millones, y que constituye un fenómeno omnipresente en el conjunto del universo nos afectaría profundamente, a todos y cada uno de nosotros.
Vivimos en un planeta microbiano. Un solo centímetro cúbico del agua de nuestros océanos, lagos y ríos contiene un millón de células microbianas, y lo mismo ocurre en las capas más profundas de la corteza terrestre y en la generalidad de nuestra atmósfera. En cada uno de nosotros habitan más de cien billones de microorganismos. Y entre ellos hay algunos capaces de resistir varios millones de rads de radiación ionizante, e incluso la acción de ácidos y bases lo bastante fuertes como para disolvernos la piel. Hay microbios que crecen en el hielo, y otros que se desarrollan y prosperan a temperaturas superiores a los cien grados centígrados. Existen formas de vida que se alimentan de dióxido de carbono, pero también las hay que se nutren de metano, de sulfuro o de azúcar. En los últimos miles de años hemos enviado al espacio billones de bacterias, y hace ya mucho tiempo que venimos intercambiando materiales con Marte, de modo que resultaría francamente sorprendente que no se hallaran pruebas de vida microbiana en nuestro sistema solar, especialmente en el planeta rojo.
La probabilidad de encontrar vida se ha incrementado enormemente tras el reciente hallazgo, realizado por Dimitar Sasselov y sus colegas, de un gran número de planetas y superplanetas similares a la Tierra en regiones ajenas a nuestro sistema solar, entre los que cabe destacar la presencia de mundos acuáticos. Según las estimaciones de Sasselov hay aproximadamente cien mil Tierras y super-Tierras en nuestra propia galaxia. El universo es joven, de modo que allí donde encontremos vida microbiana habrá vida inteligente en el futuro.
Conforme vaya adentrándose en el espacio, la expansión de nuestros rastreos científicos está llamada a transformarnos para siempre.