Capítulo 71
Museo Field de Historia Natural.
Chicago, Illinois.
—¡Eso es! —exclamó Madison mientras hacía gestos emocionados en dirección a la estela maya—. ¡Esa es la conexión!
—¿Qué, Christian? No te sigo —dijo Grace.
—Todas estas referencias crípticas a la mitología antigua. El doctor Ambergris creía que eran intentos realizados por alguien del pasado remoto para comunicarse con la futura humanidad, desde hace decenas, quizá centenares de miles de años, de lo que hemos considerado el amanecer de la civilización. Para transmitirnos un aviso.
—¿Y el Código Génesis?
—El doctor Ambergris estaba convencido de que hay muchos ejemplos en las antiguas leyendas y textos que parecen hacer referencia al ADN y la genética.
Señaló el pictograma de la estela.
—Dos serpientes entrelazadas que recuerdan a la doble hélice del ADN humano. Eso tiene que ser el Código Génesis. Otra forma de enviarnos un mensaje desde el pasado remoto. Un mensaje cifrado, oculto en nuestro genoma, que sobrevivirá mientras vivamos. Incluso aunque las pirámides de Egipto fueran derribadas y se olvidaran los mitos antiguos, el mensaje sobreviviría en el ADN, pasaría de generación en generación, a la espera de que alguien lo descubriera.
Su mente revisaba las posibilidades.
—Un mensaje cifrado, escondido en el ADN humano, esperando a que llegue el momento en que la humanidad haya alcanzado, o mejor dicho recuperado, el suficiente nivel de desarrollo para leer nuestro propio código genético... La idea le quitó el aliento.
—El mensaje secreto definitivo que viaja con nosotros, en nuestros cuerpos, hasta que descubramos la manera de desvelarlo.