Los habitantes del cuerpo

«Una infección oportunista cada vez más frecuente»; «descubierto un posible origen común de la enfermedad»; «Aumentan las infecciones transmitidas por mosquitos». Todos estos titulares se refieren a enfermedades diferentes, y sin embargo todas son causadas por animales que viven en el cuerpo humano. Los parásitos (criaturas capaces de existir sólo si viven dentro o sobre otras formas de vida) pueden ser plantas, bacterias, virus, etc., pero en terminología médica la palabra está restringida a los animales que parasitan a los seres humanos.

Desde un punto de vista médico, la historia es un relato de la locura humana por la sanidad, los alimentos y los espacios elegidos para trabajar y vivir. En la actualidad, según los últimos informes, los gusanos intestinales causaron 20 000 muertes el año pasado; el anquilostoma, 60 000; se registraron 200 millones de casos de fiebre de las babosas (esquistosomiasis) y probablemente muchos otros no lo fueron, y la ceguera de los ríos (causada por un gusano filaria llamado Onchocerca volvulus) afecta a 20 millones de personas de África y América del Sur. Hay muchos otros ejemplos de parásitos que continúan afectando a la humanidad.

Las enfermedades parasitarias se pueden combatir con educación, diagnósticos correctos y nuevas drogas. Investigaciones recientes, llevadas a cabo sobre todo en Estados Unidos y Gran Bretaña, la han emprendido incluso con ese asqueroso insecto, el mosquito, que transmite más tipos de parásitos y enfermedades virales que ningún otro «vector».

Un trabajo reciente sobre la biología molecular y la genética de los mosquitos discutía modos de controlar a los mosquitos. Se está elaborando el mapeo del genoma de determinadas cepas de mosquitos para descubrir los genes que los incapacitan para transmitir enfermedades. Los científicos esperan clonar los resistentes a las enfermedades. Se encontrarán medios para que los mosquitos resistentes cubran el lugar de los infecciosos que ocupan nuestro entorno.

Además de otras enfermedades, los mosquitos transmiten ese terrible azote que es el paludismo y que afecta a una población que vive en más de cien países. El parásito del paludismo es un protozoo que habita sobre todo en los glóbulos rojos de la sangre. Mata a más de un millón de personas cada año. En estos momentos, no sólo está aumentando su campo de acción sino que las drogas normales para combatirlo están perdiendo eficacia.

Muchos tipos de parásitos no causan apenas síntomas en personas por lo demás sanas, pero muchos provocan enfermedades que pueden ser mortales. Hay demasiadas enfermedades parasitarias como para poder recogerlas en un artículo tan corto, pero algunas se han convertido en noticia periodística.

Algunos niños de quienes se pensaba que tenían problemas emocionales se curaron cuando se eliminó la infección de la lombriz infantil. Por lo general esta lombriz no causa sino una comezón anal, pero parece que hay niños que pueden ser afectados de manera más negativa, aunque nadie sabe muy bien por qué. Los niños pequeños tienen más probabilidades de ser infectados porque no tienen mucho cuidado con lo que se llevan a la boca.

El «síndrome del colon irritable» por lo general se atribuía a la herencia y a las emociones. En un congreso reciente del American College of Gastroenterology, el doctor Leo Galland afirmó que en muchos casos de este síndrome ha utilizado un nuevo análisis que detecta la infección de los intestinos por un trofozoito, Giardia lamblia. Giardia está en todas partes, y siempre se había pensado que era inocuo, a menos que el intestino del paciente estuviera plagado.

Las infecciones parasitarias que causan pocos síntomas son mucho más graves en los pacientes con problemas inmunológicos. Por ejemplo, últimamente han ocurrido infecciones más serias, a veces fatales, de Strongyloides stercoralis, un nemátodo parásito del intestino que se recoge del suelo igual que el anquilostoma. El problema ha empeorado por el hecho de que la mayoría de los parásitos puede suprimir el sistema inmunitario incluso en población sana.

Solamente se llega a albergar parásitos comiendo alimentos crudos. ¿Estamos? Es probable que antes de la invención del fuego los seres humanos tuvieran más parásitos, ya que la comida elaborada destruye muchos. La lista de parásitos transmitidos por alimento crudo es amplia, pero algunos de ellos no son perjudiciales, en vista de los hábitos alimentarios actuales.

La especie Diphyllobothrium pertenece al género de los Cestodes o tenias. Su nombre proviene de las palabras griegas «dos», «hoja» y «pequeño arroyo». La más importante es la Diphyllobothrium latum, la tenia del pescado, con un ciclo vital muy interesante. Sus huevos, procedentes de las heces humanas, son engullidos por la pulga de agua. Dentro de la pulga, el huevo se transforma en un «procercoide». Si un pescado engulle la pulga, el procercoide se convierte en una forma plerocercoide en los músculos del pescado. Sigue siendo tan pequeña que no es visible cuando se examina el pescado. Si un hombre lo come, permanece en el intestino y pasa a tenia adulta, que enseguida, entre cuatro y seis semanas, empieza a producir huevos, iniciando el ciclo de nuevo. La Diphyllobothrium latum se encuentra sobre todo en las zonas septentrionales del planeta donde la población come pescado crudo. Al microscopio, su cabeza, espatulada y estriada, es singularmente graciosa, pero no se trata de una enfermedad divertida, puesto que la Diphyllobothrium latum es la tenia humana más grande y causa graves problemas intestinales e incluso fuerte anemia (ya que el gusano engulle toda la vitamina B12 y el ácido fólico privando de ellos a su huésped humano). La enfermedad se diagnostica examinando una muestra húmeda y fresca de las heces hasta hallar los huevos. Existe un tratamiento adecuado, pero lo más sensato es cocinar cualquier pescado, incluso el que se supone que se pesca en agua salada. Congelar el pescado a -10 °C durante al menos dos días mata al parásito, pero yo seguiré cocinando el pescado, gracias.

Hay una tenia del cerdo, pero la mayoría de la gente conoce suficientemente el tema para comer sólo cerdo cocinado, a causa de otro parásito que se extiende por todo el mundo -Trichinella spiralis- y causa una grave enfermedad, la triquinosis, que no se puede detectar en el cerdo crudo. La mayoría de los buenos carniceros no pican la carne de cerdo en la misma máquina que otras carnes, que pueden ser cocinadas no tan a fondo.

Lo que me lleva al steak tártaro y a la tenia de buey. Y ya he dicho suficiente.

Fronteras II
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