Los anillos de Saturno
Los anillos de Saturno son los objetos más bellos del Sistema Solar. Aunque otros planetas exteriores tienen anillos, los de Júpiter, Urano y Neptuno son delgados, oscuros y de aspecto insignificante. Los anillos de Saturno son grandes, brillantes y magníficos.
¿Por qué? Luke Done, del Instituto Canadiense de Astrofísica Teórica, cree que lo único que ocurre es que estamos viviendo en una época en que los anillos de Saturno se aprecian en toda su belleza porque se están desvaneciendo poco a poco.
Parece que hay dos fenómenos que están llevando a los anillos hacia su desaparición. En primer lugar, los satélites de Saturno están tirando continuamente de ellos y robando energía orbital de las enormes cantidades de partículas que los componen. Como consecuencia, estas partículas caen girando en espiral en dirección a Saturno y, con el tiempo, desaparecerán. Done calcula que la desaparición se producirá dentro de unos 100 millones de años.
Un segundo proceso es la colisión constante de las partículas del anillo con granos de polvo procedentes de cometas. El polvo de los cometas deshace las partículas del anillo, reduciendo su tamaño y, en consecuencia, su energía desaparece con más rapidez. Se calcula que el efecto del polvo de los cometas provocará la desaparición de los anillos dentro de 100 millones de años.
Además, el polvo de los cometas es de color absolutamente negro, de manera que aunque la cantidad que se añade al material del anillo sea pequeña, los anillos de Saturno se volverán mucho más oscuros. Con todo, hay partes de los anillos que son brillantes y no hay duda de que están formadas por hielo. Esto indicaría que los anillos no llevan mucho tiempo expuestos al polvo de los cometas.
El mismo proceso podría afectar a los anillos delgados de Júpiter, Urano y Neptuno, pero en estos casos las partículas podrían ser sustituidas por material expulsado por los satélites de estos planetas. Los anillos de Saturno, por otro lado, no pueden ser reemplazados puesto que son demasiado grandes.
La cuestión es, ¿de dónde proceden los anillos de Saturno? Dones piensa que uno o varios cometas grandes deben de haber pasado lo bastante cerca de Saturno como para ser destruidos. Los cometas están hechos de materia helada, por tanto, los anillos estarían formados por hielo.
Por supuesto, surge una pregunta: ¿por qué los cometas son despedazados por Saturno y no por los otros planetas, en particular por Júpiter, que es mucho mayor? Además, no puede ser un único cometa el destruido. Dones cree que los cometas deberían ser entre diez y cien. ¿Por qué Saturno y no los demás?
Algún día, una sonda de Saturno estará en posición de estudiar los satélites de Saturno y comprobar si se impulsan hacia fuera lentamente mientras roban la energía del anillo.
En otras palabras, se mueven hacia fuera a medida que los anillos se mueven hacia dentro, hacia Saturno. Esto crearía una tendencia hacia la sedimentación de la materia.
Saturno también tiene un gran número de satélites, y algunos de ellos han resultado ser extraordinarios. Charles Yoder, del Jet Propulsion Laboratory, estudió los satélites interiores, Jano y Epimeteo. Están justo un poco más lejos del borde de los anillos de Saturno y no fueron descubiertos hasta 1966, cuando se observó el borde de los anillos de Saturno desde la Tierra.
Resulta que Jano y Epimeteo, que son satélites pequeños, tienen órbitas casi idénticas. Cada cuatro años pasan muy cerca uno de otro e intercambian sus órbitas. Una concluye un poco más cerca de Saturno y la otra algo más lejos. Yoder estudió la manera en que los satélites intercambian sus órbitas y concluyó que éstos deben tener densidades inferiores a 0,7 gramos por centímetro cúbico. Ésta es una densidad mucho menor que la de los otros satélites y también menor que la del hielo puro.
Parece que estos satélites no son sino masas heladas con alrededor de un 30% de su estructura formada por espacio vacío. ¿Es posible que estos satélites sean en realidad conglomerados de partículas de hielo de los anillos de Saturno? No es algo tan increíble. Jano mide 220 kilómetros por 160, y Epimeteo 140 kilómetros por 100. Estos y otros tres pequeños satélites que giran al lado de los anillos de Saturno -Atlas, Prometeo y Pandora- pueden ser todos ellos coagulaciones de partículas de los anillos de Saturno. Son lo bastante pequeños para ello y también pueden estar contribuyendo a la desaparición, con el tiempo, de los anillos del planeta.
Por supuesto, cien millones de años es mucho tiempo en la escala humana, y no tenemos que temer que los magníficos anillos desaparezcan de nuestra vista. Con todo, ello, es una pena pensar que algo tan maravilloso no sea eterno.