El papel de Iagoda[650]

7 de marzo de 1938

Tal vez el elemento más fantástico de toda la serie de fantasmagoría judicial de Moscú es la inclusión de Henry G. Iagoda, por muchos años jefe de la GPU como conspirador del centro trotskista-bujarinista. Podía esperarse todo, pero esto no.

Stalin tuvo que maniobrar durante mucho tiempo en el Politburó antes de lograr que el odiado Iagoda, su secuaz de más confianza, fuese jefe de la GPU. La lucha contra todas las facciones de la oposición se había concentrado en manos de Iagoda desde 1923. El no sólo fue el secreto ejecutor de todas las falsificaciones y fraudes, sino también el organizador de las primeras ejecuciones de los oposicionistas en 1929: Blumkin, Silov y Rabinovich.

En las páginas del Biulleten Opozitsi, editado por el difunto León Sedov en París, el nombre de Iagoda está registrado una y otra vez, con la misma indignación enconada con que antes lo estaba el de Zubarev, jefe de la Ojrana zarista[651].

Iagoda mismo, de común acuerdo con el fiscal Andrei Vishinski, preparó todos los juicios sensacionales desde el asesinato de Sergei Kirov, incluyendo el de Grigori Zinoviev y León Kamenev en agosto de 1936. Las confesiones sistematizadas con golpes de pecho, pasarán a la historia como invento de Henry Iagoda. Si alguien dijese que Joseph Goebbels es un agente del Papa Pío XII, sonaría considerablemente menos absurdo que la afirmación de que Iagoda es agente de Trotsky.

Pero el hecho es que para la nueva estructura judicial Iagoda era necesario, no como arquitecto, sino como material. El destino del jefe todopoderoso de la policía secreta fue pesado y decidido donde se deciden todos estos asuntos: en la oficina privada de Stalin. Iagoda fue destinado a ocupar cierto lugar en el juicio como un peón en una estrategia de ajedrez. Quedaba un problema: forzarlo a aceptar el papel designado. Pero ésta fue la dificultad menor.

En los primeros meses que siguieron al arresto de Iagoda, no se oyó ni un murmullo sobre su complicidad en la conspiración del mariscal Mijail N. Tujachevski, los trotskistas y los derechistas. Ni Iagoda ni la opinión pública habían madurado aún para este desarrollo, así como tampoco existía certeza alguna de que Vishinski sería capaz de exhibir su nuevo cliente al público.

Las primeras acusaciones del soviet y la prensa mundial contra Iagoda registraban: vida licenciosa, desfalco de fondos, borrascosas orgías. ¿Eran ciertas estas acusaciones? Tratándose de Iagoda se justifica que uno crea tales posibilidades. Arribista, cínico, déspota, mezquino, seguramente no fue un modelo de virtud en su vida personal. El cuadro se complementa al añadir que, si permitió que sus instintos viciosos dominaran su vida hasta extremos criminales, fue solamente porque estaba convencido de su absoluta impunidad. Además, su forma de vida era conocida por todo el mundo en Moscú, durante mucho tiempo, incluyendo a Stalin.

Realmente toda la información sobre la vida privada de altos funcionarios soviéticos la reúne Stalin con meticulosidad científica y es la base de un archivo especial construido poco a poco, de acuerdo al grado de necesidad política. Llegó la hora en que se hacía necesario romper la fibra moral de Iagoda. Esto se hizo con escandalosas revelaciones de su vida privada.

Después de estos golpes, el antiguo jefe de la GPU estuvo enfrentado con estas alternativas: ser fusilado por desfalcos al gobierno o, posiblemente, salvar su vida como supuesto conspirador. Iagoda hizo su elección y fue incluido entre los veintiuno del juicio. Y finalmente, el mundo supo que Iagoda fusiló trotskistas solamente para disfrazar sus verdaderos sentimientos; en realidad fue agente y aliado de sus víctimas.

Pero ¿por qué era necesario añadir una complicación tan comprometedora a la amalgama judicial ya de por sí tan complicada? El nombre de Iagoda es un fenómeno demasiado fantástico como para explicarlo con generalidades. Debe haber existido una razón directa, seria y poderosa que forzara a Stalin a no detenerse aun ante la perspectiva de transformar a su agente número uno en un agente de Trotsky. Esta razón es revelada ahora por el propio Iagoda.

De acuerdo con sus propias palabras (en la sesión del 5 de marzo) él había ordenado a sus subordinados en Leningrado, por supuesto «bajo instrucciones de Trotsky», no impedir el acto terrorista contra Kirov. Procediendo del jefe de la GPU, tales órdenes equivalían a decir que se organizara el asesinato de aquél.

La suposición más natural: Iagoda asumió la responsabilidad de un crimen con el cual no tenía la menor relación. Entonces ¿por qué y para quién era necesaria la confesión falsa o sincera del ex jefe de la GPU?

Recordemos brevemente los hechos más importantes. Kirov fue asesinado el 1.º de diciembre de 1934, por el entonces desconocido Leonid Nikolaev. El juicio del asesino y sus supuestos cómplices se realizó a puertas cerradas. Los catorce acusados fueron fusilados. Del texto de la sentencia parcialmente publicado en la prensa soviética, se desprende que un cónsul latvio, George Bisseneks[652], le dio a Nikolaev 5000 rublos en pago por el atentado terrorista, exigiendo de él en cambio algún tipo de «carta de Trotsky».

El 30 de diciembre de 1934, declaré en la prensa con certeza que Bisseneks era un agente de Iagoda (Biulleten Opozitsi, 19 de enero de 1935). No ofrecí entonces, como tampoco lo hago ahora, la explicación de que en efecto la GPU quiso asesinar a Kirov. Lo que se intentaba realmente era preparar una «conspiración» que comprometiera a la oposición, especialmente a mí, y en último momento revelar el intento de asesinato. En menos de un mes, esta hipótesis fue confirmada oficialmente.

El 23 de enero de 1935, el consejo de guerra sentenció a prisión a trece oficiales responsables de la GPU de Leningrado, encabezados por su jefe Medved[653], con condenas de dos a diez años. Los términos exactos de la sentencia fueron los siguientes: «Poseían información concerniente a los preparativos del atentado a Kirov… pero demostraron… negligencia criminal (!)… y fracasaron en tomar las medidas necesarias».

No puede pedirse un mayor candor. «Negligencia criminal» significa nada menos que la participación directa de la GPU en el asesinato de Kirov. Y recordando el papel de Bisseneks, se vuelve más claro aun que Nikolaev no era más que un instrumento en las manos de agentes provocateurs. Pero este instrumento resultó ser obstinado. Por razones personales, Nikolaev tomó su trabajo seriamente, aprovechó el momento propicio y mató a Kirov antes de que Iagoda hubiese obtenido una «carta de Trotsky».

La necesidad urgente de publicar a todo el mundo la información de que los doce agentes responsables de la GPU sabían con anticipación la trama de la conspiración para el asesinato de Kirov sólo puede explicarse por el hecho de que para ciertos altos oficiales era necesario establecer sus coartadas, a cualquier precio.

Las circunstancias que rodearon el asesinato de Kirov no pudieron evitar los rumores entre personas de los altos círculos gubernamentales en el sentido de que, en la lucha contra la oposición, «el jefe» estaba empezando a jugar con las cabezas de sus más íntimos colaboradores. Ni una sola persona informada dudó que Medved, jefe de la GPU de Leningrado, había informado diariamente a Iagoda sobre el curso de las operaciones, tal como éste lo había hecho con Stalin, y que había recibido instrucciones de él.

Para eliminar estos peligrosos rumores, no se podía hacer otra cosa que sacrificar a los ejecutantes del plan tramado por Moscú.

El 26 de enero de 1935, escribí: «Sin el consentimiento directo de Stalin —más precisamente sin su iniciativa— ni Iagoda ni Medved se habrían decidido a montar una empresa tan arriesgada». [Todo se aclara gradualmente, ver Escritos 1934-35.]

La muerte de Kirov se convirtió en el punto de partida para la exterminación sistemática de la vieja generación bolchevique. Pero mientras más juicios se escenificaban alrededor del cadáver de Kirov, más insistentemente repercutía en todas las mentes la pregunta: ¿Quién se beneficia de todo esto? La exterminación de la vieja guardia es un objetivo político manifiesto y conspicuo de Stalin. Así, los dirigentes moscovitas estaban seguros de que Iagoda no podía actuar sin instrucciones de Stalin.

La sospecha se difundió en círculos aun más amplios transformándose en certeza. Para Stalin fue absolutamente necesario renegar de Iagoda, abrir entre ambos un profundo foso y en lo posible, arrojar allí el cadáver de éste.

Sería posible suministrar docenas de hechos complementarios, citas y consideraciones (que ahora se encuentran en los archivos de la Comisión Dewey) que confirman irrefutablemente nuestras conclusiones. El asesinato de Kirov no fue otra cosa que el resultado de una amalgama policíaca urdida por Stalin y Iagoda con el fin de acusar a los líderes de la oposición de terrorismo.

Para disfrazar esta colaboración, en un principio, Stalin trató de abandonar a la opinión pública a sus agentes secundarios únicamente (Medved y otros), pero la acumulación de revelaciones y la lógica interna de los hechos mismos forzaron finalmente a Stalin a sacrificar a su importante colaborador.

Así puede explicarse la adivinanza más profunda del actual juicio: el testimonio del ex jefe de la GPU donde afirma que participó en el asesinato de Kirov «bajo instrucciones de Trotsky». Quien entienda esto, el móvil más oculto del juicio, podrá entender el resto sin ninguna dificultad.

Escritos , Tomo V
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
Section0001.xhtml
Section0002.xhtml
Section0003.xhtml
Section0004.xhtml
Section0005.xhtml
Section0006.xhtml
Section0007.xhtml
Section0008.xhtml
Section0009.xhtml
Section0010.xhtml
Section0011.xhtml
Section0012.xhtml
Section0013.xhtml
Section0014.xhtml
Section0015.xhtml
Section0016.xhtml
Section0017.xhtml
Section0018.xhtml
Section0019.xhtml
Section0020.xhtml
Section0021.xhtml
Section0022.xhtml
Section0023.xhtml
Section0024.xhtml
Section0025.xhtml
Section0026.xhtml
Section0027.xhtml
Section0028.xhtml
Section0029.xhtml
Section0030.xhtml
Section0031.xhtml
Section0032.xhtml
Section0033.xhtml
Section0034.xhtml
Section0035.xhtml
Section0036.xhtml
Section0037.xhtml
Section0038.xhtml
Section0039.xhtml
Section0040.xhtml
Section0041.xhtml
Section0042.xhtml
Section0043.xhtml
Section0044.xhtml
Section0045.xhtml
Section0046.xhtml
Section0047.xhtml
Section0048.xhtml
Section0049.xhtml
Section0050.xhtml
Section0051.xhtml
Section0052.xhtml
Section0053.xhtml
Section0054.xhtml
Section0055.xhtml
Section0056.xhtml
Section0057.xhtml
Section0058.xhtml
Section0059.xhtml
Section0060.xhtml
Section0061.xhtml
Section0062.xhtml
Section0063.xhtml
Section0064.xhtml
Section0065.xhtml
Section0066.xhtml
Section0067.xhtml
Section0068.xhtml
Section0069.xhtml
Section0070.xhtml
Section0071.xhtml
Section0072.xhtml
Section0073.xhtml
Section0074.xhtml
Section0075.xhtml
Section0076.xhtml
Section0077.xhtml
Section0078.xhtml
Section0079.xhtml
Section0080.xhtml
Section0081.xhtml
Section0082.xhtml
Section0083.xhtml
Section0084.xhtml
Section0085.xhtml
Section0086.xhtml
Section0087.xhtml
Section0088.xhtml
Section0089.xhtml
Section0090.xhtml
Section0091.xhtml
Section0092.xhtml
Section0093.xhtml
Section0094.xhtml
Section0095.xhtml
Section0096.xhtml
Section0097.xhtml
Section0098.xhtml
Section0099.xhtml
Section0100.xhtml
Section0101.xhtml
Section0102.xhtml
Section0103.xhtml
Section0104.xhtml
Section0105.xhtml
Section0106.xhtml
Section0107.xhtml
Section0108.xhtml
Section0109.xhtml
Section0110.xhtml
Section0111.xhtml
Section0112.xhtml
Section0113.xhtml
Section0114.xhtml
Section0115.xhtml
Section0116.xhtml
Section0117.xhtml
Section0118.xhtml
Section0119.xhtml
Section0120.xhtml
Section0121.xhtml
Section0122.xhtml
Section0123.xhtml
Section0124.xhtml
Section0125.xhtml
Section0126.xhtml
Section0127.xhtml
Section0128.xhtml
Section0129.xhtml
Section0130.xhtml
Section0131.xhtml
Section0132.xhtml
Section0133.xhtml
Section0134.xhtml
Section0135.xhtml
Section0136.xhtml
Section0137.xhtml
Section0138.xhtml
Section0139.xhtml
Section0140.xhtml
Section0141.xhtml
Section0142.xhtml
Section0143.xhtml
Section0144.xhtml
Section0145.xhtml
Section0146.xhtml
Section0147.xhtml
Section0148.xhtml
Section0149.xhtml
Section0150.xhtml
Section0151.xhtml
Section0152.xhtml
Section0153.xhtml
Section0154.xhtml
Section0155.xhtml
Section0156.xhtml
Section0157.xhtml
Section0158.xhtml
Section0159.xhtml
Section0160.xhtml
Section0161.xhtml
Section0162.xhtml
Section0163.xhtml
Section0164.xhtml
Section0165.xhtml
Section0166.xhtml
Section0167.xhtml
Section0168.xhtml
Section0169.xhtml
Section0170.xhtml
Section0171.xhtml
Section0172.xhtml
Section0173.xhtml
Section0174.xhtml
Section0175.xhtml
Section0176.xhtml
Section0177.xhtml
Section0178.xhtml
Section0179.xhtml
Section0180.xhtml
Section0181.xhtml
Section0182.xhtml
Section0183.xhtml
Section0184.xhtml
Section0185.xhtml
Section0186.xhtml
Section0187.xhtml
Section0188.xhtml
Section0189.xhtml
Section0190.xhtml
Section0191.xhtml
Section0192.xhtml
Section0193.xhtml
Section0194.xhtml
Section0195.xhtml
Section0196.xhtml
Section0197.xhtml
Section0198.xhtml
Section0199.xhtml
Section0200.xhtml
Section0201.xhtml
Section0202.xhtml
Section0203.xhtml
Section0204.xhtml
Section0205.xhtml
Section0206.xhtml
Section0207.xhtml
Section0208.xhtml
Section0209.xhtml
Section0210.xhtml
Section0211.xhtml
Section0212.xhtml
Section0213.xhtml
Section0214.xhtml
Section0215.xhtml
Section0216.xhtml
Section0217.xhtml
Section0218.xhtml
Section0219.xhtml
Section0220.xhtml
Section0221.xhtml
Section0222.xhtml
Section0223.xhtml
Section0224.xhtml
Section0225.xhtml
Section0226.xhtml
Section0227.xhtml
Section0228.xhtml
Section0229.xhtml
Section0230.xhtml
Section0231.xhtml
Section0232.xhtml
Section0233.xhtml
Section0234.xhtml
Section0235.xhtml
Section0236.xhtml
Section0237.xhtml
Section0238.xhtml
Section0239.xhtml
Section0240.xhtml
Section0241.xhtml
Section0242.xhtml
Section0243.xhtml
Section0244.xhtml
Section0245.xhtml
Section0246.xhtml
Section0247.xhtml
Section0248.xhtml
Section0249.xhtml
Section0250.xhtml
Section0251.xhtml
Section0252.xhtml
Section0253.xhtml
Section0254.xhtml
Section0255.xhtml
Section0256.xhtml
Section0257.xhtml
Section0258.xhtml
Section0259.xhtml
Section0260.xhtml
Section0261.xhtml
Section0262.xhtml
Section0263.xhtml
Section0264.xhtml
Section0265.xhtml
Section0266.xhtml
Section0267.xhtml
Section0268.xhtml
Section0269.xhtml
Section0270.xhtml
Section0271.xhtml
Section0272.xhtml
Section0273.xhtml
Section0274.xhtml
Section0275.xhtml
Section0276.xhtml
Section0277.xhtml
Section0278.xhtml
Section0279.xhtml
Section0280.xhtml
Section0281.xhtml
Section0282.xhtml
autor.xhtml
notas.xhtml
notas2.xhtml