El juicio de los veintiuno[605]
28 de febrero de 1938
En febrero del año pasado, con ocasión del segundo Juicio de Moscú (Piatakov-Radek), que supuestamente debería haber corregido la mala impresión del primero (Zinoviev-Kamenev), declaré a la prensa: «Stalin se parece a un hombre que trata de saciar su sed con agua de mar. Se verá forzado a preparar más fraudes judiciales, uno tras otro».
El tercer Juicio de Moscú fue preparado durante un período más prolongado, y hay que suponer que ha sido más elaborado que los anteriores. Durante las últimas semanas, y a la vista de todo el mundo, se han hecho los preparativos internacionales, El notorio artículo de Stalin (14 de febrero) sobre la revolución internacional, que sorprendió a muchos por lo imprevisto, tiene como fin crear un ambiente más favorable en las filas de la clase obrera respecto al próximo juicio. Stalin quiso decir a los obreros que si está fusilando a toda la generación revolucionaria, lo hace exclusivamente en interés de la revolución mundial. Su artículo no tiene otro propósito.
La muerte de mi hijo León Sedov, que sigue envuelta en el misterio, debería ser considerada, hasta que se pruebe lo contrario, como el segundo acto de preparación del juicio: era necesario, no importaba a qué precio, silenciar a un acusador informado y valiente.
El tercer acto en la preparación fue el intento del señor Lombardo Toledano, Laborde y otros agentes mejicanos de Stalin, de silenciarme en vísperas del tercer juicio, del mismo modo que el gobierno noruego lo hizo después del primer juicio (agosto de 1936). ¡Tales son los principales ingredientes de la preparación!
La acusación contra los veintiuno se publica, de nuevo, sólo cuatro días antes del juicio, a fin de coger desprevenida a la opinión pública y de impedir en el extranjero la publicación oportuna de refutaciones.
En cuanto a la importancia de los acusados, este juicio sobrepasa al de Radek-Piatakov y se acerca al de Zinoviev-Kamenev. En la lista de acusados no hay menos de siete antiguos miembros del Comité Central del partido, e incluye a Krestinski, Bujarin y Rikov[606], ex integrantes del Politburó, es decir, de la institución que actualmente constituye el más alto poder del gobierno soviético.
Después de la muerte de Lenin, Rikov fue por más de cinco años el jefe oficial del gobierno. Desde 1918, Bujarin fue el editor del órgano oficial del partido, Pravda, y desde 1926, el jefe oficial de la Internacional Comunista. Más tarde, después de haber caído en desgracia, fue director de Izvestia. Rakovski fue jefe del gobierno ucraniano, y más tarde embajador en Londres y París. Krestinski, predecesor de Stalin como secretario del Comité Central del partido, fue después por varios años embajador en Berlín. Casi durante los últimos diez años, Iagoda estuvo a la cabeza de la GPU como el secuaz de más confianza de Stalin y preparó completamente el juicio Zinoviev-Kamenev. Entre los acusados hay también más de seis ex miembros del gobierno central.
De las nueve personas que fueron miembros del Politburó en vida de Lenin, es decir, reales dirigentes de los destinos de la Unión Soviética, sólo existe uno que no ha sido acusado: Stalin. Los restantes han sido declarados agentes de gobiernos extranjeros; y además las acusaciones se remontan a 1928 y aun a 1918. Los rusos blancos emigrados han acusado más de una vez a Lenin, a mí y a los otros jefes bolcheviques de haber llevado a cabo la Revolución de Octubre bajo las órdenes del estado mayor alemán. En estos momentos, Stalin está tratando de confirmar esa acusación.
De acuerdo a sus tendencias políticas, los acusados que conozco se ubican en tres grupos: a) Bujarin y Rikov, antiguos dirigentes de la Oposición de Derecha. El tercer jefe de este grupo, Tomski, ex presidente de los sindicatos soviéticos, fue perseguido hasta el suicidio el año pasado. Desde 1923, la Oposición de Derecha se encontró en lucha irreconciliable contra la Oposición de Izquierda, los llamados trotskistas. Rikov, Bujarin y Tomski, hombro a hombro con Stalin, llevaron adelante toda la campaña para destruir a la Oposición de Izquierda. b) El segundo grupo se compone de los acusados que durante cierto tiempo pertenecieron a la Oposición de Izquierda, como Krestinski, Rosengoltz[607], quienes sin embargo ya se habían pasado a Stalin en 1927, y Rakovski, quien volvió al campo del gobierno hace cuatro años. e) El tercer grupo, que yo sepa, se compone o de stalinistas activos o de especialistas apolíticos.
El nombre del profesor Pletnev arroja una luz singular sobre todo el juicio[608]. El año pasado fue detenido por delincuencia sexual. Toda la prensa soviética habló de esto abiertamente. Ahora Pletnev ha sido incluido en un juicio a… la oposición política. Puede considerarse alguna de las siguientes hipótesis: o se le acusé de delincuencia sexual a fin de obtener las necesarias «confesiones», o Pletnev es realmente culpable de sadismo y espera obtener el perdón mediante «confesiones» dirigidas contra la oposición. Tal vez durante el juicio tendremos oportunidad de verificar estas hipótesis.
¿Cómo pudo llegar Stalin a esta provocación contra la opinión pública mundial? La respuesta a esta pregunta lógica se compone de cuatro elementos: 1) Stalin la desprecia; 2) no lee la prensa extranjera; 3) los agentes de la Comintern en todos los países sólo le informan de sus «victorias» sobre la opinión pública; 4) las personas informadas no se atreven a revelarle la verdad. De este modo inconscientemente se ha vuelto víctima de su propia política, Está obligado a tomar agua salada con el fin de apagar la sed.