TODOS EN UNA
Aún hay más. En el comedor, mamá se ha sentado con los abuelos y no sé si volveremos a jugar al dominó nunca más, si el abuelo no consigue guardar las fichas antes de que su hija empiece a hablar.
—A partir de ahora viviremos todos en una casa —me dice papá.
—Eso ya lo sé, papá. Si hace ya un par de meses que vivimos los cinco juntos.
—Quiero decir que va a ser siempre así.
—Me lo imagino.
—Que solo tendremos una casa.
—¿Una casa? ¿Qué quieres decir? ¿Esta? ¿Este… piso? ¿Cómo…?
—Que vamos a vender la casa de Vilaverd… Lo hablamos con los abuelos cuando vinieron…
No soy capaz de salir de mi cuarto y enfrentarme a las caras de los abuelos en el comedor. Mamá los está convenciendo de que es el momento de vaciar la casa de Vilaverd y ponerla a la venta.