A mi modo de ver, en este mundo no hay nada más misericordioso que la incapacidad de la mente humana para relacionar todo lo que contiene. Vivimos en una plácida isla de ignorancia rodeada por los negros océanos del infinito, por los que no estaba previsto que viajáramos lejos. Hasta ahora las ciencias, que avanzan cada una en su propia dirección, no nos han hecho demasiado daño. Pero un día la suma de todos esos conocimientos inconexos nos ofrecerá un panorama tan aterrador de la realidad y del pavoroso lugar que ocupamos en ella que, si no enloquecemos ante esa revelación, huiremos de su luz letal hacia la paz y la seguridad de una nueva edad oscura.

 

H. P. LOVECRAFT, La llamada de Cthulhu, 1926