Willy Smith era físico nuclear y profesor de la universidad.
Fue un norteamericano honesto al que aprecié sinceramente.
Como buen racionalista no creía en los «sueños informativos»…, hasta que sucedió «aquello».
Nos lo contó el 23 de febrero de 2004, en su residencia, en un lugar de la costa este de Florida (USA). Testigo: Virgilio Sánchez-Ocejo, uno de los veteranos investigadores de Estados Unidos.
Willy relató lo siguiente:
Hace años tuve un sueño…
Soñé que me hallaba en un comedor muy amplio. Parecía un barco…
Y entre la gente vi a un amigo; un viejo amigo de Uruguay…
Me sorprendió porque yo sabía que estaba muerto. Había fallecido años atrás…
Iba en silla de ruedas…
Nos saludamos y me dijo que necesitaba que le hiciera un favor…
—Tú dirás…
—Quiero que le preguntes a mi mujer por qué ha vendido los libros…
Aquel amigo —en vida— prometió regalarme sus libros cuando él falleciera… Eran libros valiosos… Había, incluso, incunables… Pero nunca llegaron a mi poder.
Y ahí terminó el sueño.
Llamé a la viuda y le pregunté por los libros… La mujer, al principio, negó que los hubiera vendido… Después terminó reconociéndolo… Lo hizo por dinero… Por eso nunca los recibí…
Y la viuda preguntó quién me lo había dicho.
Yo respondí: «Tú ya lo sabes…».