• Si una sola de estas experiencias fuera cierta (lo son todas) el «más allá» sería real.
• Tras la muerte existe una dimensión (física), no muy lejana. Quizá está aquí mismo…
• Esa dimensión, desconocida para la ciencia, sería como la América de Colón. Estaba ahí, pero sólo unos pocos lo intuyeron.
• En ese «nuevo mundo» se estudia y se trabaja, pero no por dinero.
• Al llegar al más allá se produce una especie de «reconversión» total del individuo.
• Algunos, muy pocos, son autorizados a presentarse a los humanos.
• En esa dimensión se trabaja en favor de la vida.
• Las genialidades de los humanos proceden, en realidad, de esa dimensión superior. Las ideas no son nuestras. Ni las buenas ni las malas.
• La muerte es un suceso único.
• La muerte es también un malentendido.
• En esa dimensión todo es (básicamente) distinto, sin serlo. Todo es gratificante. No hay enfermedad ni dolor. No existe la tristeza, ni el miedo, ni la incertidumbre, ni los lazos familiares que conocemos en la Tierra. No hay religiones.
• Esa nueva América sólo es detectable por la fe y por la bella intuición.
• A ese mundo llegan, únicamente, el alma inmortal y las memorias.
• En esa dimensión nadie juzga a nadie. El infierno es un invento de las religiones.
• Serás «despertado» del sueño de la muerte y comprenderás que has vuelto a la realidad.
• En esa dimensión, o mundo MAT, el tiempo no desaparece del todo, pero casi. Se necesita tiempo para alcanzar el NO TIEMPO.
• Morir es una mudanza, pero sin camión.
• Al morir, nadie se pierde. Todo ha sido medido por el buen Dios. No hay que seguir los carteles.
• Cabe la posibilidad (altísima) de que los «resucitados» (y sus mensajes) sean puro teatro.
• Los muertos —no sé por qué— proceden del frío.
• Todos los muertos se aparecen radiantes y felices.
• En el «más allá» todos se tutean.
• Casi todos inician el contacto con la expresión «Estoy bien».
• Los sueños son una forma de entrar y salir de esa dimensión desconocida, pero no lo sabemos.
• Tengo la sospecha de que el fenómeno ovni y los «resucitados» tienen mucho en común.
• Los muertos son más altos que en vida. Eso anima mucho…
• Los «resucitados» no tienen arrugas, pero sí prisa.
• Los «resucitados» han sido vistos por ateos y creyentes.
• ¿Por qué los muertos tienen esa obsesión con los electrodomésticos?
• Los muertos tienen sentido del humor. Menos mal.
• En los cielos también hay censura.
• Algunos muertos tienen malas pulgas.
• Los muertos no pagan la factura del teléfono.