Agradecimientos

Me siento deudora de la labor de mi difunto abuelo, Yitzhak Yaacov Yellin, cuyas memorias, cartas y diario han sido para mí una valiosísima fuente y en cuya relación de la vida del rabino Samuel Salant se basa en cierto modo la primera parte de la vida de Shalom Shepher. Las personas siguientes leyeron toda la novela o parte de la misma en diferentes fases de su desarrollo y me brindaron ánimo y consejos: Zoran Zivkovic, Jeff VanderMeer, Dawn Andrews; mi editora, Deborah Meghnagi; Victoria Hobbs, Alexandra Pringle, Des Lewis y Neil Williamson. Doy también las gracias a mis hermanas Judy y Sharon y a mi otra hermana, Monica Deb, por su amistad incondicional.

Y por encima de todo, vaya mi amor y gratitud a mi esposo, Bob, cuyo apoyo de todo tipo me ha permitido terminar este libro.