28

Hago el viaje de vuelta con mi persona claramente reflejada en la oscuridad de la noche: estoy fuera y estoy caliente y segura aquí dentro. Esa imagen flotante me acompaña todo el camino a mi regreso de la casa de Daniel.

¿Quién es esa mujer que se me aparece en el éter, solitaria y sin hijos, fuerte e individualista, que me mira impasible, siempre junto a mí, en el tren, en el taxi, en el avión? No sé muy bien quién es, pero también la veo suspendida en lo alto, en la estratosfera, por encima de media Europa.

Sí sabes quién es: es tu constante, tu lugar seguro. La huérfana valerosa. La madre y el padre que llevas dentro.