Carretilla

—Bueno, pues ya está —dijo Charley.

Los ojos sin vista de enHERVOR miraban la estatua del tigre. En el criadero había muchos ojos abiertos que no veían nada.

—Sí —dijo Fred—. Me pregunto a qué ha venido esto.

—No lo sé —dijo Charley—. Creo que no deberían haber bebido ese whisky hecho de cosas olvidadas. Un error.

—Sí.

Todos imitamos a Pauline y nos pusimos a limpiar el lugar; fregamos la sangre y nos llevamos los cadáveres. Utilizamos una carretilla.