Un cordero en el falso amanecer

Pauline comenzó a hablar en sueños en el falso amanecer de debajo de las mantas de sandía. Contó una breve historia acerca de un cordero que se iba a dar una vuelta.

—El cordero se sentó entre las flores —dijo—. El cordero estaba estupendamente. —Y ése fue el final de la historia.

Pauline a menudo habla en sueños. La semana pasada cantó una cancioncilla. Y he olvidado cómo era.

Puse la mano en su pecho. Se agitó en el sueño. Quité la mano de su pecho y volvió a quedarse tranquila.

Estaba estupenda en la cama. Su cuerpo desprendía un delicioso olor a sueño. Quizá fue ahí donde se sentó el cordero.