La gran pelea

La gran pelea entre enHERVOR y Charley ocurrió una noche durante la cena. Cuando sucedió, Fred me estaba pasando el puré de patatas.

Hacía semanas que aquella pelea se veía venir. Las carcajadas de enHERVOR eran cada vez más fuertes y por las noches casi no se podía dormir.

enHERVOR estaba siempre borracho, y no escuchaba a nadie bajo ningún concepto, ni siquiera a Charley. Ni siquiera escuchaba a Charley. Le dijo a Charley que se ocupara de sus asuntos.

—Ocúpate de tus asuntos.

Una tarde, Pauline, que acababa de tener un niño, lo encontró medio inconsciente en la bañera, cantando canciones obscenas. Se asustó, y él tenía en la mano una botella de ese brebaje que preparaba allí en la Olvidería. Despedía un olor horrible, e hicieron falta tres hombres para sacarlo de la bañera y meterlo en la cama.

—Aquí tienes el puré de patatas —dijo Fred.

Estaba poniéndome una cucharada grande de puré en mi plato para empaparlo con el resto de salsa que me quedaba cuando enHERVOR, que no había probado el pollo frito que se le enfriaba delante, se volvió hacia Charley y le dijo:

—¿Sabes qué es lo malo de este lugar?

—No, ¿qué es lo malo, enHERVOR? Parece que últimamente lo sabes todo. Dímelo.

—Te lo diré. Este sitio es una mierda. Esto no es yoMUERTE ni nada. Esto no es más que producto de vuestra imaginación. Todos los que estáis aquí no sois más que una pandilla de idiotas, haciendo el idiota en vuestra idiota yoMUERTE.

»yoMUERTE... Ja, no me hagas reír! Este sitio no es más que una sandez. No reconocerías yoMUERTE ni aunque se te acercara y te mordiera.

»Sé más de yoMUERTE que todos vosotros, muchachos, y sobre todo más que Charley, que se cree alguien especial. Mi dedo meñique sabe más de yoMUERTE que todos vosotros.

»No tenéis ni la menor idea de qué pasa aquí. Yo lo sé. Yo lo sé. Yo lo sé. Al infierno con vuestra yoMUERTE. He olvidado más cosas de yoMUERTE de las que todos vosotros sabréis nunca. Me voy a vivir a la Olvidería. Vosotros os podéis quedar en esta ratonera.

enHERVOR se levantó, tiró su pollo frito al suelo y salió tronando del lugar, con un paso muy inestable. Hubo un silencio de asombro en la mesa y nadie pudo decir nada durante mucho rato.

Entonces Fred dijo:

—No te sientas mal, Charley. Mañana estará sobrio y todo será diferente. Es sólo que vuelve a estar borracho, pero en cuanto esté sobrio se encontrará mejor.

—No, creo que se ha ido para siempre —dijo Charley—. Espero que todo sea para bien.

Charley parecía muy triste y todos nos pusimos tristes, porque enHERVOR era el hermano de Charley. Nos quedamos sentados mirando nuestra comida.