Otra vez de vuelta

—¿Por qué vas allí? —pregunté.

—Porque me gustan las cosas olvidadas. Las colecciono. Quiero tener una colección. Creo que son chulas. ¿Qué tiene de malo?

—¿Qué quieres decir con eso de que qué tiene de malo? ¿Es que no has oído lo que ese gandul borracho ha dicho de nosotros?

—¿Y qué tiene eso que ver con las cosas olvidadas? —dijo.

—Pues que ellos se las beben.